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Sánchez presenta un Plan Estatal con 15 medidas contra la corrupción y rechaza dimitir: “No tiraré la toalla”

Pedro Sánchez durante una intervención en el Congreso | Foto de Congreso

El presidente del Gobierno asume errores, refuerza su liderazgo y anuncia un plan integral con cinco ejes y una agencia independiente, diseñado junto a la OCDE y sus socios parlamentarios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este miércoles ante el Pleno Extraordinario del Congreso la puesta en marcha de un Plan Estatal de Lucha contra la Corrupción compuesto por 15 medidas estructuradas en cinco ejes, elaborado en colaboración con la OCDE y los grupos parlamentarios que apoyan al Ejecutivo.

En un discurso de tono autocrítico pero combativo, Sánchez reconoció errores en la gestión de casos como el de Santos Cerdán —ex secretario de Organización del PSOE imputado en la ‘Operación Delorme’—, pidió perdón a su partido y a la ciudadanía, y dejó claro que no contempla dimitir: “He pensado en convocar elecciones, pero no tiraré la toalla. Voy a continuar”.

Un plan en cinco ejes: prevención, protección, castigo, reparación y cultura

Pedro Sánchez detalló los cinco ejes vertebradores del plan, que incluyen reformas legislativas, institucionales y culturales. El objetivo es prevenir, detectar, sancionar y reparar cualquier acto de corrupción en el ámbito público o privado.

1. Prevención de riesgos y fortalecimiento de controles

  • Creación de una Agencia de Integridad Pública independiente, recomendada por la OCDE, con competencias de prevención, supervisión y persecución de prácticas corruptas.

  • Aplicación de los mecanismos de control de los fondos Next Generation a toda la Administración.

  • Uso de inteligencia artificial para detectar irregularidades en la contratación pública.

  • Elaboración de mapas de riesgo e integridad en subvenciones y gestión presupuestaria.

2. Protección efectiva de denunciantes

  • Refuerzo de la Ley 2/2023 y de la Autoridad Independiente de Protección del Informante.

  • Nuevos canales de alerta internos en empresas.

  • Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para mejorar la protección legal a informantes.

  • Régimen sancionador para quien obstaculice o reprima las denuncias.

3. Endurecimiento de las penas y refuerzo judicial

  • Reforma del Código Penal para aumentar las penas por delitos contra la Administración Pública.

  • Creación de secciones especializadas en corrupción en los nuevos tribunales de instancia.

  • Ampliación de plazas y medios en la Fiscalía Anticorrupción.

  • Mayor autonomía de la Fiscalía en la instrucción penal.

  • Creación de una lista negra de empresas corruptoras (blacklisting) y exigencia de sistemas de cumplimiento (compliance) para contratar con el Estado.

4. Recuperación de bienes obtenidos ilícitamente

  • Refuerzo de la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos.

  • Introducción del decomiso administrativo y preventivo para agilizar la devolución de fondos públicos desviados.

  • Coordinación con fiscalías, juzgados y la Fiscalía Europea.

5. Promoción de una cultura de integridad

  • Formación continua en integridad para empleados públicos.

  • Campañas de concienciación ciudadana sobre el daño de la corrupción.

  • Realización de encuestas anuales sobre la percepción y experiencia directa de la corrupción.

  • Nuevos procedimientos judiciales sumarios para casos que afecten a cargos públicos.

Sánchez afirmó que todas estas acciones estarán bajo el paraguas de un nuevo organismo coordinador, encargado de supervisar, centralizar e impulsar la lucha contra la corrupción a nivel nacional.

Asunción de errores y defensa de su integridad

Durante su intervención, el presidente reconoció que subestimó las advertencias mediáticas sobre las actuaciones de algunos colaboradores cercanos. “Es evidente que me equivoqué al confiar en Ábalos y Cerdán, y fue un duro golpe para mí”, afirmó. Sin embargo, sostuvo que desconocía cualquier trama ilícita y defendió su honorabilidad: “Soy un político limpio. No tengo dudas de lo que sabía y lo que no”.

En este sentido, recalcó que la corrupción no es sistémica, pero sí persistente y dañina, y que la mejor respuesta es la acción política con medidas concretas: “Como progresistas, no nos escondemos ante los problemas. Los enfrentamos, los solucionamos y seguimos adelante”.

En defensa del proyecto de país

Sánchez concluyó su comparecencia con un mensaje a sus aliados parlamentarios y al electorado progresista: “Tenemos un gran proyecto de país, no vamos a dejar que la indignidad de unos pocos lo contamine. Voy a estar a la altura, con determinación y humildad”.

El Gobierno espera que el Plan Estatal contra la Corrupción entre en vigor en las próximas semanas, tras su tramitación parlamentaria, y ha solicitado la colaboración activa del Congreso para su aplicación efectiva.

Mientras tanto, el clima político continúa enrarecido por las presiones de la oposición, que exige la dimisión del presidente. Sin embargo, Sánchez apuesta por una respuesta institucional sólida, convencido de que “la decencia se demuestra con hechos, no con discursos”.