Declaraciones

El gobierno regional de Madrid tacha de “postureo” el intento del Ministerio de Transportes de reactivar la línea C-5 entre Móstoles y Navalcarnero

Miguel Ángel García Martín en rueda de prensa - Foto de la Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid acusa al ministro Óscar Puente de hacer “un paripé” con un proyecto paralizado hace 15 años y exige inversiones reales en Cercanías

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha calificado de “puro postureo” el reciente anuncio del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, dirigido por Óscar Puente, sobre la posible reanudación del proyecto para ampliar la línea C-5 de Cercanías entre Móstoles y Navalcarnero, una infraestructura cuyas obras se paralizaron en 2010 y que ha permanecido abandonada desde entonces.

El portavoz del Ejecutivo madrileño y consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha sido contundente en sus declaraciones: “Me da la sensación de que es solo un paripé. Puro postureo. Llevamos toda la legislatura ofreciendo al Ministerio la posibilidad de retomar esta infraestructura”. García Martín ha reprochado al Gobierno central la falta de compromiso real y ha reclamado “menos fotos y más inversión”.

Una obra estancada desde hace 15 años

La ampliación de la C-5 entre Móstoles y Navalcarnero fue adjudicada en 2009 por el Gobierno de Esperanza Aguirre a la constructora OHL por 369 millones de euros, sin contar con el Ministerio de Fomento. La línea proyectada incluía 15 kilómetros de recorrido, siete estaciones y un trazado parcialmente soterrado. Sin embargo, el avance se frenó bruscamente en 2010, tras el estallido de la crisis económica. Desde entonces, la obra permanece inacabada, y el Ejecutivo autonómico ha tenido que afrontar costes anuales de vigilancia y mantenimiento, además de pagar 162,5 millones de euros a la concesionaria por resolución contractual.

En 2022, tras varios reveses judiciales, la Comunidad optó por abandonar el proyecto y trasladar la competencia al Estado, recordando que el servicio de Cercanías es una responsabilidad exclusiva del Gobierno central. “Es una competencia estatal y, como tal, deben financiarla, desarrollarla, gestionarla y mantenerla”, ha recalcado García Martín.

Reuniones y gestos sin compromiso claro

Las críticas del Ejecutivo madrileño surgen tras la reciente visita del ministro Óscar Puente y del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, a Navalcarnero, donde se reunieron con el alcalde socialista, José Luis Adell, para abordar la posibilidad de reactivar el proyecto. El encuentro fue solicitado por el propio consistorio, que considera que el tren es una infraestructura “vital” para los más de 35.000 habitantes del municipio y los 200.000 de la comarca.

No obstante, el portavoz de la Comunidad de Madrid ha insistido en que este tipo de actos son más simbólicos que efectivos, señalando que el Ejecutivo autonómico lleva más de dos años solicitando una solución real al deterioro del servicio de Cercanías en la región, con constantes incidencias que afectan a miles de usuarios.

Contexto de deterioro en la red de Cercanías

La polémica llega en un contexto de creciente malestar ciudadano ante las deficiencias de la red ferroviaria de Cercanías en Madrid, donde en las últimas semanas se han sucedido averías, robos de cable y cancelaciones que han generado caos en líneas como la del corredor del Henares o en Cercedilla.

En ese sentido, García Martín ha señalado que el Gobierno central tiene una “oportunidad real” para demostrar su compromiso con Madrid si asume la responsabilidad de la línea Móstoles-Navalcarnero, pero ha advertido que “no basta con fotos y anuncios sin presupuesto ni plazos”.

Un conflicto con trasfondo político

El cruce de acusaciones entre ambas administraciones también tiene un componente político evidente. Las visitas recientes de altos cargos socialistas a Navalcarnero, incluidos el ministro Óscar Puente y el secretario general del PSOE-M, Óscar López, han sido interpretadas por el Gobierno regional como una operación de imagen de cara a las elecciones y no como un verdadero impulso al proyecto.

Mientras tanto, los vecinos de Móstoles, Arroyomolinos y Navalcarnero siguen sin una conexión ferroviaria directa, pese a que las estructuras básicas del trazado ya están parcialmente construidas.

Con esta situación, la exigencia de la Comunidad de Madrid es clara: que el Gobierno de España asuma de una vez la responsabilidad que le corresponde y ponga en marcha un plan de inversión que permita culminar una infraestructura clave para la movilidad del suroeste madrileño.