Mi pasión

“Tocar madera” y comenzar con el “pie derecho” en el toreo

Probablemente ni siquiera los mismos toreros sepan el por qué ni tampoco el significado de algunas manías que se les meten en la cabeza, por ejemplo: “tocar madera”, o comenzar con el “pie derecho”.

Lo explicaré lo mejor que pueda y como yo lo entiendo. El hecho de “tocar madera” de la barrera al iniciar el paseíllo los toreros, tiene su origen en el antiguo guerrero a caballo. Como es sabido, el toreo a caballo comenzó en el siglo XIII mediante el lanceo de las reses bravas desde la silla de montar. En más de una ocasión lo practicaron El Cid Campeador y muy posterior el rey Carlos V en Valladolid, ambos alancearon toros en sus diferentes épocas, tanto en campo abierto como en cercados para sus diversiones.

Ahora bien, lidiar a pie como hoy lo entendemos, comienza con el mandato del rey Felipe V, tras su llegada a España en 1701, consideró entre otras razones que la práctica del lanceo era una acción sangrienta, alegando ser una fiesta orientada para privilegiados, además tampoco se contaba con demasiados caballos, aunque llevara cerca de tres siglos su actividad. Por tales limitaciones, nunca dejó de existir controversias a sus prohibiciones.

Pero volviendo atrás en la historia, La Hermandad de Las Cruzadas y anterior a estas, los caballeros montados en sus respectivas cabalgaduras llevaban las riendas cogidas con la mano izquierda, porque la derecha empuñaba la lanza o espada. Los Cruzados, antes de entrar en combate por las guerras contra los musulmanes, tenían que santiguarse para obtener suerte, misión imposible por llevar las dos manos ocupadas. Entonces el Papa Urbano II, año 1095, concedió una Bula, por la cual, bastaba con tocar como pudiese con alguna de las manos la silla de montar, construida gran parte de madera, sustituyendo de esa forma la señal de la Cruz, basándose que la madera representaba el leño de la Cruz, en resumen, la madera sobre la que crucificaron a Cristo.

Hoy en día, casi todos los toreros, banderilleros y picadores, al contactar con el ruedo, no se olvidan de tocar con la mano la madera de la barrera al igual que lo hacían los Cruzados con la silla de montar, motivado tal acción por sus creencias religiosas.

Respecto al comienzo del paseíllo con el “pie derecho”, acción habitual de muchos toreros, el origen es similar. Al proceder a la monta sobre el caballo tienen que poner el pie izquierdo en el estribo, pasando el derecho por encima de la montura que lleva puesta el equino (a las cabalgaduras se montan por el lado izquierdo), pero al desmontar, el movimiento es inverso, por lo cual el pie que cae al suelo en primer lugar es el derecho. Esto suponía que el mencionado pie era pisar en Tierra Santa.

En la actualidad, la mayoría de los toreros pisan con el pie derecho al posar en el redondel e inicio del paseíllo, Tierra Santa para la liturgia de la tauromaquia. Sin olvidarse tampoco de santiguarse, que a continuación detallamos su motivo.

Aclarado lo que termínanos de manifestar, diremos que, entre los siglos XIII y XIV, acontecieron contundentes guerras contra el islam, donde aparecieron unas fuertes epidemias y penosas gripes. En virtud a la altísima mortandad de criaturas que esas enfermedades producían, hubo otra Bula del Papa Clemente V, aconsejando que, cuando algún enfermo estornudaba, propio de la gripe, debía hacerse la señal de la Cruz, en este caso los que montaban a caballo lo tenían difícil para santiguarse al no disponer de las manos libres por tener riendas y lanza cogidas, entonces se les rogó una jaculatoria (pequeña oración) en compensación, de ahí el origen en santiguarse los toreros, como ha quedado antes dicho, el toreo a caballo fue antes que al de a pie. Hoy en día, los picadores pueden hacerlo por no llevar la pica en el paseíllo.

Fue una época bastante notoria para la transición española y su historia, en la que tenía gran raigambre e importancia la Sagrada Familia.

Por último, les aclararé otra curiosidad de tener en cuenta. La mayoría de las ganaderías no hierran con el número “trece”, porque según habladurías taurinas es debido a que, en la noche de la Santa Cena se reunieron Jesucristo y sus doce Apóstoles, es decir trece, víspera de la Pasión, como se sabe el Señor fue vejado, azotado y crucificado hasta su muerte en la Cruz, por lo cual es considerado ominoso el número trece, poco admitido por los toreros y ganaderos. Es difícil ver en las ganaderías herrar con el numero “13”.