Tariq Alí en contra del fanatismo
Hay hombres que se constituyen en paradigmas por su valentía, cuando asumen posturas de conciencia en contra de realidades injustas y fanatismos estériles. Este es el
caso de Tariq Alí, el escritor e historiador pakistaní de mayor prestigio internacional, quien tuvo que salir de Pakistán como consecuencia de su activismo en contra de toda
forma de absolutismo y su cuestionamiento al fanatismo religioso.
Tariq Alí, también director de cine con quien Oliver Stone ha realizados varias películas, es un hombre que ha propugnado por el respeto de los derechos humanos y la instauración de verdaderas instituciones democráticas en su nación, con apego irrestricto a la libertad y propiciando en los demás entes sociales la libre expresión de sus ideas.
Cuando se trata de conocer la obra de cualquier escritor de la región islámica hay que sumergirse en la historia de los pueblos que la integran, en la medida que sus configuraciones internas y sus intereses comunes, cuando no son distintos, se manifiestan a través de medios muy disimiles a los que acostumbramos en el Occidente.
En toda su literatura se advierte la necesidad del autor de llamar la atención como si estuviera ejecutando la acción de “golpear tuberías en una habitación pequeña con la esperanza de que el resto de la casa pueda oírle o al menos, recoger algo de lo que está diciendo”, lo cual le lleva al cumplimiento audaz de lo que Milan Kundera atribuye como función esencial de la obra literaria: “la redefinición perpetua de los seres humanos como problemas, en vez de entregarlos, mudos y atados de pies y manos, a las respuestas prefabricadas de la ideología”.
La obra que lo llevó a Alí a la fama fue “ Iranian Nights” , una secuela narrativa a partir del caso de Salman Rushdie, quien el 14 de febrero de 1989 fue condenado a muerte por el extinto Ayatolá Jomeini, mediante un Fatwa (decreto presidencial iraní), por las supuestas blasfemias en contra del Islam contenidas en su libro “Los Versos Satánicos”, publicado en Londres en 1988, que consiste en una crítica a la fanatización del Islamismo y una caricaturización de los Ayatolás.
Aunque el Gobierno Iraní en 1992 duplicó la recompensa original para la ejecución del Fatwa en contra de Rushdie, le ha sido imposible su cumplimiento. Hoy vive en Estados Unidos con 77 años. Sin embargo, la secuela de muertes a partir de la condena no se hizo esperar: en 1989 fue asesinado en Bruselas, Abdullah Ahdal, líder religioso musulmán del Benelux; en 1991 Hitoshi Igarashi, traductor al japonés de “Los Versos Satánicos”, y Ettore Capriola, traductor al italiano; en 1992 el iraní Feridun Farojsad, actor que había apoyado públicamente a Rusdhie; y en 1993 William Nygraard, editor noruego del libro.
Este escritor pakistaní es autor de más de unos 50 libros, entre los que cuales se destacan “The Nehrus and the Gandhis”, “Can Pakistan Survive?”, e interesantes ensayos sobre historia y política mundiales, incluidos: "La idea del comunismo", "El extremo centro", "Los dilemas de Lenin" o "El síndrome Obama", así como novelas entre las que destacan "A la sombra del granado", "La noche de la Mariposa Dorada" o "Un sultán en Palermo".
En "La idea del comunismo", Tariq Ali sostiene que era tan sencilla y noble: la creación de una sociedad basada en el principio “de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades, en lugar de un sistema basado en la codicia y el beneficio”. Y recalcaba que “la visión de la sociedad que esbozaron los fundadores del comunismo era, de hecho, muy distinta de lo que luego llegó a conocerse bajo la etiqueta de “socialismo real”, como el de la Unión Soviética (1917-1991) y China (1949-1989), y cuyo modelo político -un líder supremo, un Estado con un partido único- fue imitado en muchos”.
Un pensamiento recurrente de Alí en nuestras conversaciones, era que “las obras se ven hoy en día como bienes de consumo, en la medida en que las casas editoriales escogen un texto de acuerdo con la posibilidad de mercado, como una forma de salvaguardar sus intereses patrimoniales y satisfacer la necesidad de entretenimiento o alimentación de Wright Mills, el alegre robot de la sociedad consumista, cuando un libro puede consumirse de igual forma que una hamburguesa”.
La cultura del “goce” se ha impuesto como una forma de invitación al lector de una obra creada para llenar sus expectativas en la circunscripción de la identificación de sus gustos, conocidos y analizados de antemano por el escritor con la finalidad de confeccionar un producto para un mercado determinado. En esa nueva cultura dominante de la literatura Carlos Fuentes plantea que el lector no lee: consume, se divierte quizás, pero la obra pasa por sus intestinos y sale por lo que Juan Goytisolo llama el despeñadero del ano, para otorgar conciencia sobre la temporalidad de la incidencia de aquellas obras para ser servidas en los anaqueles de venta al lector-consumidor.
Pero ahora con las redes sociales como expresaba Paul Feyerabend: “Todo vale”: todos los discursos son permitidos; ahora todo vale, todo está permitido, todo discurso es válido. La permisividad se instauró para quedarse y seguir degenerándose.
Tariq Alí, con sus lamentos ideológicos, realiza una simbiosis de su crítica al fanatismo atroz en el fundamentalismo islámico con su creación literaria. Su obra busca enclaustrar los absolutismos y las tradiciones rígidas, sagradas e intocables invocadas por aquellos que condenan a la muerte a todos aquellos que osen cuestionar la incoherencia de muchas de sus acciones.
La creación literaria de Alí transmite los sueños y pesadillas de la socialidad y las manifestaciones del dogma como parte de un proceso crítico, imaginativo e incluso humorístico del inevitable encuentro con realidades perennes, y así abre las ventanas de la esperanza a un mañana mejor en esa región del mundo, partiendo de una cultura ancestral portada por los individuos para definir las aspiraciones de un nuevo porvenir.
Alí ofrece una verdadera lección de valentía y virtud con la aspiración suprema de que disminuya el imperio de la violencia para dar cabida a la supervivencia de la paz entre los seres humanos.