París se coronó de Gloria
LA MIRADA DE ULISES no puede ni debe quedar indiferente frente al extraordinario espectáculo ofrecido en París por al arribo del año nuevo. Una noche vieja que se entregó con el mayor esplendor y desvelo. La magnificencia de los eventos que dieron nacimiento al 2025 se estrenó con un torrente de fantasías y suntuosidades. Más de un millón de personas poblaron la Avenida des Champs Elysées. La Ciudad Luz se vistió de suntuosidades; más de quinientos artistas en escena en diversos lugares emblemáticos de la capital francesa hicieron sus presentaciones. Nombres tan famosos como Kendji Girac, Jennifer Michel, la Troupe du Roi Soleil, Yanns, Kablack and Franglish, Eddy de Pretto, K-maro como muchos otros de fama internacional no faltaron a la cita. Un escenario de ensueño que no escatimó su más mínimo giro de belleza y fastuosidad. Le dio cabida a variados y afamados cantantes que pusieron la velada a vibrar y a la gente a saborear un convite sin igual. Sin duda alguna, quisieron perpetuar el encanto de los Juegos Olímpicos, que trajo tanta alegría a la población gala y al mundo en general. Un gusto que quedó suspendido en el aire y que antes de anoche se recogió nuevamente para alumbrar el contento de una población que ama la fiesta y por supuesto su única e irrepetible metrópoli, que es París. Quizá y sin temor a equivocarme la más cosmopolita del planeta. Su hermosura es digna de admirar con una arquitectura que recorre la historia para hablar de sus diferentes épocas con el sello de su universalidad y donaire. La capital de los franceses se atavió de luces. Le dio una función al mundo revestida de magias y de talentos. Desfilaron por la escena los artistas más prestigiosos de la actualidad. Pusieron a bailar a la gente, que a pesar del frío se aglomeró para no perder la emoción de un entretenimiento que se verificó ser de los más ambiciosos logrados hasta ahora. Los mismos artistas estaban sorprendidos de ver el gentío y la magnificencia de la avenida habitada por la poesía en una noche telúrica de sentimientos, hallazgos, encuentros, de figuras y de voces, de animación y de tanta fuerza. Las estrellas mismas se conmovieron. Fueron las estrellas terrenales y las celestiales las que armaron el prodigio de una nochebuena de San Silvestre que no pasará inadvertida en los anales de las magnas celebraciones. La animación estuvo a cargo del personaje que la televisión francesa conoce bien: Stéphane Bern y otros colaboradores. Un hombre que sabe lucirse con su elocuencia, elegancia y erudición. El Canal Nacional de Televisión France 2 tuvo a su cargo la transmisión y en parte la producción de los eventos. Invitaron a los más destacados científicos de los juegos pirotécnicos para que hicieran del Arco de Triunfo la pantalla de los artificios más visuales y llamativos. Con la colaboración del Ayuntamiento de la Ciudad Luz y su alcaldesa Anne Hidalgo se propusieron impresionar a la audiencia. Programa llevado a cabo bajo la pericia de sus interventores. Sin olvidar el juego del espectáculo de videomapping en 3D proyectado sobre el Arco del Triunfo, que le brindó a los asistentes y a los telespectadores un programa fascinante donde las formas y los colores hicieron su entrada triunfal. Algo digno de destacar: un espectáculo de quitar el aliento y dejar las mentes en suspenso ante tanta majestuosidad. Mi mirada estaba desorbitada y sin palabras gracias a una noche inolvidable que permitió pasar del 2024 al 2025 con el corazón vibrante y el baile bien prendido en la más prestigiosa avenida del mundo, los Campos Elíseos, transformados en campos de delicias para los corazones y para las almas anhelantes de palpitaciones y desconciertos en el concierto del arte. Un viaje de cultura con sus más extremas y conmovedoras manifestaciones. Más que bien servidos estuvieron los espíritus que se congregaron para recibir el nuevo año con el entusiasmo que amerita y con los lujos de una noche de solemnidad, que se dio a los aplausos y a los pasos enloquecidos de baile de grupos como los bailarines del Moulin Rouge y del Parados Latina, así como las compañías del Circo Phœnix y de Folies Gruss. Todo un frenesí que prendió el gozo en una noche que rompió el frío para acomodar el calor del espectáculo lleno de fuego y de ardores como lo fue La Grande Soirée du 31 de París. Dejará para siempre el recuerdo de algo extraordinario, celebrado por todo lo alto sin escatimar el menor esfuerzo ni logros bajo la batuta de seres que marcan la historia del mundo del espectáculo como son: David Hallyday, el hijo del finado Johny, Chimène Badi acompañado por 100 coristas, el grupo Stars 80, el Collectif Métissé, Lio, Cerrone, Dany Brillant, Titouan de Eurovisión Junior con les Petites Mains Symphoniques y el Grupo Imagination. Una excelente entrada a la festividad en pleno furor para recibir el año nuevo con las competencias más significativas y el esplendor de una noche de brillantez que nos hizo sentir el París de las mil maravillas. Un encanto que la memoria dejará intacto.
Y mi mirada, esa de la Ulisas, que en permanencia busca la noticia y el atrevimiento, se preñó de todo este lujo compartido por televisión y en vivo y directo para la complacencia de un océano de gente que supo disfrutar cada momento. Mi mirada saboreó cada instante sin parpadear. ¡Qué festejo! Digno de los creadores de alto turmequé y de la venia del público.