Javier Milei. De poeta y de loco
Poco de lo primero y mucho de lo segundo, el mundo avanza ciertamente hacia lugares insólitos e inesperados, para quienes pertenecemos a una generación que se jacta de haberlo visto casi todo, hoy nos siguen sorprendiendo algunas cuestiones. Tal es el caso del sorprendente crecimiento y arribo al poder en la Argentina del actual Presidente Javier Milei, observado por todo el mundo, casi como un experimento social. Amado por unos y odiado por otros.
Milei llegó al poder, casi a partir de una presencia en los medios tipo “Reallity”, ya que así podría definirse a la enorme cantidad de programas de debate que existen en la televisión repleta de personajes donde el denominador común son los variados temas donde se opina de todo y donde todos saben (por lo menos eso presumen), abundan son los gritos y las prepotencias, como diría el gran Serrat pelean por ver “quién la que la tiene más larga”, y desde ese barullo mediático se hizo conocido por representar aquello que gran parte de la sociedad quería escuchar, la denostación del contrario, el insulto y la amenaza a una “casta política” demasiado aquerenciada en el poder que no lo vio venir y lo subestimó. Así llegó utilizando las redes sociales como medio omnipotente de comunicación, desbaratando el circo mediático político de los medios prehistóricos como la televisión.
Con su amenazante motosierra, encontró el nicho propicio de hartazgo de una población cansada de la demagogia millonaria del despilfarro y de la superabundancia frente al aumento inmoral de la pobreza en la niñez.-
Hoy aquel “loco de la Motosierra” es el Presidente de una Nación con mucha población de origen Español e Italiano, según las últimas encuestas su aprobación actual supera el 52%, a pesar de las graves dificultades económico sociales que enfrenta la gran mayoría de la gente.
Sabemos, a esta altura que a través de las redes llega la información de todo, al instante (sin importar muchas veces si esta sea verdadera o falsa), se difunde y multiplica de maneras inéditas y veloces, contagiando inmediatamente las reacciones en todo el mundo.-
Estamos frente a situaciones inesperadas, donde somos vulnerables al exceso de información, y cuesta mantenerse en el libre pensamiento sin influencias.
Ya lo dice el refranero popular "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar" y hoy queridos lectores, tenemos más vecinos que nunca, así que será cuestión de tener encendidos los cinco sentidos.