La influencia de la educación: ser o no ser un buen docente, he ahí la cuestión
Hace poco más de un mes cambié de posición en el trabajo. Actualmente, me desempeño como Responsable del Departamento de Voluntariado y Cooperación al Desarrollo de la Universidad Alfonso X El Sabio, y esto me está permitiendo conocer otra cara de la universidad, una más humana, de testimonios, y, de ver más que nunca de cerca el impacto de la educación en todas sus facetas.
Es así como en una de esas reuniones que estoy manteniendo, me crucé con una docente que lleva más de 20 años en la Universidad, María Dolores, del Grado en Relaciones Internacionales. Con ella nos reunimos para conocernos, hablar y compartir su experiencia en cooperación internacional, y los proyectos en los que trabajó. Además, me invitó a participar de las “II Jornadas Interuniversitarias de África”, una clase de cierre de su asignatura que persigue el objetivo de mostrar a la cooperación como algo tangible, y en la que participaron también representantes de otras universidades y organizaciones no gubernamentales.
En esa jornada hubo disertaciones, entre ellas la mía donde presenté a la Oficina, e invité a los alumnos a formar parte de las iniciativas y proyectos que comiencen. También les hable de la misión que buscamos, que es nada más y nada menos que la de construir iniciativas que generen un impacto social positivo en la comunidad, así como diferenciarnos como universidad en las competencias que adquieren los alumnos, esas que no vienen en el programa de ninguna asignatura, sino que son un agregado y fundamentales para la vida: “educar en valores”.
De las ponencias, la que más me llamó la atención fue la de Alexia Viera, presidente de la ONG Khanimambo, y ex alumna de la Universidad. Ella contó en 1º persona como apenas terminar sus estudios de Relaciones Internacionales partió en un viaje de cooperación a Mozambique, y quedó tan impactada por la vivencia (le llaman el mal de África) que decidió quedarse a vivir allí, y fundar una ONG.
Durante su ponencia Alexia habló de cuando era una alumna, y Maria Dolores su profesora, como recordaba sus clases, y el impacto que tuvieron en su vida, por lo que al regresar y trasladarse a Mozambique siguió en contacto con ella, y es así como forjaron una amistad. Realmente fue emocionante escucharla hablar, ya que por un lado transmitía en su relato las vivencias de tantos años desde que comenzó el proyecto de fundar su propia organización, siendo una mujer blanca, europea de poco más de 20 años en ese momento: cuantos problemas, y dificultades habrá debido atravesar. Por otro lado, conocer en su testimonio lo que haber tenido una buena docente generó en ella.
Organizaciones como Khanimabo, son muy importantes en los países más vulnerables, y donde aún hay gran población viviendo en la pobreza, y sin acceso a la educación. Esta ONG desarrolla proyectos de educación en niños y adultos, siendo que sus programas son integrales, ya que abarcan la Educación, Nutrición y Salud. Diariamente le dan de comer a unas 1000 personas (si lees bien 1000) aproximadamente. Los niños reciben un acompañamiento integral ya que se les da de comer, se duchan, se da asistencia en salud y se descubren sus talentos.
Además, hay becas disponibles para los estudiantes que terminan la escuela y desean seguir estudiando, para que puedan tener acceso a la universidad y a formación profesional. Estas becas cubren sus gastos de matrícula, alojamiento, alimentación, transporte y seguro médico.
Siendo hija de docente de educación primaria de adultos, también recuerdo de pequeña, y no tan pequeña, cuando acompañaba a mi mamá al trabajo, ver a los alumnos esperarla en la puerta de la escuela para comenzar sus clases, personas que no sabían leer y escribir, y que, por motivos de pobreza, mayoritariamente, y vulnerabilidad social no habían terminado sus estudios primarios.
Sin dudas la educación es transformadora, al poder leer y escribir se cambia el mundo de una persona, se deja de estar excluido para entender el lenguaje, se mejora la autoestima, y se puede acceder a un trabajo.
Creo que no hay forma de medir la influencia que un buen docente puede tener en la vida de un alumno, que, como un libro, te puede ayudar a ver ese mundo de otra forma, acompañarte y soñar en grande.
Y si quieres colaborar y conocer más en profundidad los proyectos que se desarrollan en Khanimambo te dejo el enlace a su sitio web:
Fundación Khanimambo - Cambia lo Pequeño - Mozambique