Crónicas de nuestro tiempo

Franco ante la DANA de Valencia

La diferencia entre un gran Jefe de Estado, como Franco, y un presidente desalmado e incapaz como Sánchez, radica en la integridad frente a la ambición desmedida y la degeneración moral. Por un lado, un estadista honrado; por el otro, un líder sin escrúpulos al mando de una red de corrupción.

La crónica que sigue no es de mi autoría. Ha sido extraída de documentos históricos, decretos ley de la época, testimonios y publicaciones oficiales, como el BOE. Su contenido refleja un contraste humano tan evidente que, aunque algunos ya lo conozcan, otros deben entender la diferencia entre un hombre de Estado con sabiduría y sensibilidad, que veló por el bienestar de sus ciudadanos, y un gobernante vil, aliado de terroristas y dictadores para quien tragedias como la DANA en Valencia o la catástrofe en La Palma no son más que molestias menores ante sus caprichos personales y su obcecación por parecerse a Franco.

La crónica 

Franco estaba visitando Barcelona y viajó a Valencia para ver de primera mano la catástrofe. Después de ver el estado en que quedó la ciudad se reunió con los ingenieros, mandos militares y civiles en la Capitanía Militar, donde le explicaron los proyectos futuros. Y escuchándolos dijo: Eso está muy bien pero Valencia está intransitable, inhabitable, ¿podrían explicarme ustedes que tienen pensado para retirar todo el barro de la ciudad? El general jefe de ingenieros de la lll Región Militar le contestó que tardarían más de tres meses en limpiar la ciudad, a lo que Franco añadió: ¿Y se quedan ustedes tranquilos pensando que los valencianos van a pasar la Navidad envueltos en barro? "No vemos otra solución mi General". ¿Y si dispusieran ustedes de más camiones, podrían acabar antes? Asintieron y el general les dijo: En mi último recorrido de Rota a Jerez me crucé y conté más de 100 camiones transportando escollera para el puerto de Rota y ésa obra por lo qué tengo entendido está próxima a acabar y los camiones pronto estarán disponibles. Y dirigiéndose a Camilo Alonso Vega, ministro que le acompañaba, le dijo que llamara al embajador de Estados Unidos y le preguntara si ésos camiones podían viajar a Valencia. En los siguientes días llegaron 120 camiones de gran tonelaje junto con maquinaria pesada de las bases americanas de Torrejón y Morón donde habían sido transportados meses antes desde Estados Unidos para la construcción de la base militar de Rota contribuyendo a conseguir llegar a las Navidades sin barro. 3.500 militares zapadores, pontoneros y soldados de regimientos de artillería con 400 vehículos de todo tipo de maquinaria y 500 marinos de los buques de la Armada llegaron a Valencia, cuya misión era abrir caminos, buscar cadáveres y retirar lodo. Trabajaron codo con codo junto con los ciudadanos valencianos día y noche durante más de dos meses. El mismo día de la riada, tropas de la base aérea de Manises navegaron con barcazas por la zona del puente de Campamar rescatando a 44 personas  La primera ayuda fue el mismo día 14 en que llegaron 40.000 raciones de pan de otras poblaciones, horas antes de la segunda gran tromba de agua. Fueron instalados 100 barracones en la Malvarrosa  para alojar a los soldados. Mientras, llegaban víveres de toda España por tierra  mar y aire incluido el portaviones norteamericano "Lake Champlain" de la Vl Flota del Mediterráneo que estuvo fondeado frente a la ciudad, y desde donde 20 helicópteros de transporte llevaron 180 toneladas de víveres enviados por Estados Unidos a los centros de alimentos instalados por la ciudad. El ministerio de obras públicas  envió volquetes, vagones, tractores palas, orugas palas, excavadoras, equipos de iluminación, camiones cisternas, talleres móviles, etcétera. Los primeros bomberos que lograron entrar en la ciudad eran de Cartagena, Alicante, Castellón, Zaragoza, Madrid, Murcia, Teruel y Albacete. Las poblaciones marinas costeras que se quedaron sin hogar, sumando unas 5.000 personas, fueron alojadas provisionalmente en las instalaciones de la Comandancia de Marina y Puertos, y otras 500 en los cuarteles de la Base Aérea de Manises. Se construyeron albergues y residencias dotadas con servicios médicos hasta que estuvieran listas las viviendas sociales. Francia envió cinco toneladas de medicamentos y un buque carguero de la Armada francesa con víveres. Desde Teruel partieron en un solo día 32 camiones con provisiones de todo tipo. El Banco de España y el Consorcio de Compensación de Seguros pagaban las primeras indemnizaciones a los ocho días de la riada y el Instituto Nacional de Previsión (la actual Seguridad Social fundada en 1963 ) montó puestos de socorro en toda la ciudad atendidos por médicos de toda la región junto con médicos de la Armada. Quedaron prohibidos los desahucios de viviendas por cualquier motivo. Durante la reconstrucción se construyeron 1.500 viviendas sociales en la ciudad y 1.000 más en la provincia para los que perdieron sus casas. Durante ése tiempo se recaudaron en donaciones 207 millones de pesetas de ellos 187 de toda España, y 20 millones, de españoles desde fuera de nuestro país. Hubo deducciones fiscales, moratorias, subsidios, anticipos y préstamos. Se nombró un ministro sin cartera; Pedro Gual Villalbi, como delegado permanente para la reparación económica de los daños a los ciudadanos de Valencia. Y el 23 de Diciembre el Consejo de Ministros firmó el decreto de "Adopción de Valencia"  dotando con 300 millones de pesetas más a la comarca y otorgó a Valencia un régimen especial en todos los órdenes especialmente administrativos y de Hacienda . Los 4.000 militares recibieron el apodo de "la quinta del barro" ellos y  los ciudadanos limpiaron más de un millón de toneladas (1.130.000 ) de barro, una gran parte contaminado de petróleo y productos químicos, se calcula que el caudal del Turia más el de Carraixet sumaron más de 6.000 metros cúbicos (seis millones de litros) por segundo .. Todos los hechos arriba mencionados son rigurosamente ciertos, y así constan en los relatos y memorias públicas de algunas autoridades civiles y militares que estuvieron en Capitanía Militar aquel día, y vivieron esos acontecimientos entre ellos Vicente Mortes Alfonso de 36 años ingeniero valenciano, al que Franco encomendó la labor de la reconstrucción de la ciudad.

Todos estos datos, se pueden también encontrar en los Archivos Históricos, las Bibliotecas Públicas, incluidas las de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos y en los BOE-A  de 1957.