Crónicas Mexas

Europa abandonada y Norteamérica golpeada

El escenario geopolítico global está cambiando a una velocidad vertiginosa, y las decisiones de la Casa Blanca están marcando un punto de inflexión en la política internacional. El reciente anuncio del presidente Donald Trump de retirar el apoyo militar y financiero a Ucrania, así como la eliminación progresiva de sanciones contra Rusia, está desestabilizando el orden internacional construido tras la Guerra Fría. Esto no sólo deja a Europa abandonada frente a la amenaza de una Rusia fortalecida, sino que también revela un viraje drástico en la estrategia estadounidense, poniendo en obsoleto la alianza transatlántica.

Históricamente, Estados Unidos ha fungido como el pilar central de la OTAN y garante de la seguridad europea. Sin embargo, con el debilitamiento del respaldo a Ucrania, los países europeos se ven obligados a reorganizar su política de defensa y buscar alternativas ante la amenaza rusa. Alemania, Francia y líderes de la Unión Europea, han comenzado a evaluar estrategias para aumentar su gasto militar, pero el desbalance de poder en la región es evidente. Sin la protección estadounidense, el margen de maniobra europeo se reduce, y la posibilidad de una expansión territorial rusa crece exponencialmente.

Mientras Europa enfrenta el abandono de su otrora aliado, Norteamérica sufre un golpe económico de la misma fuente. La administración Trump ha revivido su política proteccionista mediante la imposición de nuevos aranceles a productos provenientes de México y Canadá, afectando gravemente el comercio dentro del T-MEC. La lógica detrás de estas decisiones, a mi parecer radica en una visión errónea de la autosuficiencia y en la presión de ciertos sectores industriales estadounidenses que buscan reducir la competencia extranjera. No obstante, las consecuencias serán devastadoras, no sólo para México y Canadá, sino para el propio mercado estadounidense.

México, como principal socio comercial de Estados Unidos, es el país más vulnerable ante estos cambios y, sin duda, el que más concesiones ha hecho con su vecino del norte, enviando una cantidad significativa de delincuentes de alto perfil al país del norte, reduciendo el paso de fentanilo, disminuyendo el paso de migrantes, todo según los datos del propio gobierno estadounidense, y realizando operativos con redadas, contra las mercancías chinas ilegales en territorio mexicano.

La imposición de aranceles incrementará el costo de exportaciones clave como el acero, el aluminio, refacciones de vehículos, vehículos, televisiones y productos agrícolas, afectando a miles de trabajadores y empresarios. Además, la reducción del comercio con el vecino del norte podría dejar en recesión al país y generar incertidumbre en los inversionistas extranjeros. En un momento en el que México busca consolidarse como una plataforma clave para la reubicación de industrias globales (nearshoring), la implementación de estas medidas podría desincentivar la llegada de nuevas empresas y afectar la estabilidad macroeconómica.

El panorama que se vislumbra es claro: una Europa debilitada y dividida, una Norteamérica fracturada por políticas proteccionistas y una Rusia con mayor margen de acción. La historia nos ha demostrado que los grandes cambios geopolíticos vienen acompañados de crisis y transformaciones impredecibles. Como diría Winston Churchill: "El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes".