Deuda: El villano que puede convertirte en Héroe (Si no eres un cobarde)
La deuda. Esa palabra que da más miedo que tu cuñado hablando de inversiones en Navidad. Nos han dicho que es mala, que huir de ella es la única opción sensata, pero aquí va la verdad: el problema no es la deuda, el problema eres tú. La deuda es una herramienta. ¿Y qué pasa con las herramientas? Que en manos de alguien sin idea, son inútiles, incluso peligrosas. Si usas el crédito para financiar vacaciones o el último capricho tecnológico, estás cavando tu tumba financiera. Pero si usas esa misma deuda para generar ingresos, construir activos o escalar tu patrimonio, estás jugando en la liga de los grandes.
El 2025 no será para los pusilánimes que esperan el “momento perfecto” o las “condiciones ideales”. Será para los que sepan tomar riesgos calculados, para los que usen la deuda como palanca y no como lastre. Comprar un inmueble con hipoteca que te pague el inquilino, apalancar un negocio o invertir en activos que generen ingresos pasivos. Eso es ser valiente. ¿El resto? Mirando desde la barrera mientras el mercado los barre.
La deuda no te arruina. El miedo, sí. Miedo a moverte, miedo a equivocarte, miedo a salir de tu zona de confort. Y mientras te quedas paralizado, otros están comprando, alquilando, invirtiendo y ganando. El tiempo no espera, y la economía tampoco. Así que deja de justificar tu inmovilidad con excusas y empieza a actuar. Pero ojo, no es un pase libre al éxito. Necesitas estrategia, números claros y la disciplina para usarla con cabeza. Si puedes manejar la presión y enfocarte en el objetivo, estarás en el lado ganador. Si no, bueno… siempre puedes seguir lamentándote en redes.