La mirada de Ulisas

La brillantez de un filósofo

LA MIRADA DE ULISAS se embelesa con la filosofía al saber que de ella se extrae buen conocimiento sobre el comportamiento humano. Nace además con dicho propósito: se atreve a hurgar cada resquicio del alma y de los espíritus para ampliar el discernimiento sobre algo tan complejo y diverso como resulta el ser humano. En esta oportunidad, la mirada de Ulisas desea regodearse en un personaje que le parece de relevante interés por sus posiciones ecuánimes y lógicas. Se trata del reconocido filósofo francés Michael Onfray, quien se caracteriza por ser un pensador de la actualidad. Opina que no existe filosofía sin psicología, sociología y ciencias. Lo que ante mi visión me parece pertinente, ya que los análisis sobre la condición humana son enmarañados y deben estar sustentados en las múltiples disciplinas que estudian las conductas del hombre. Michael Onfray sostiene que sin un amplio estudio con la ayuda de las herramientas indispensables no se logra una exactitud en la evaluación de la realidad, que atañe a la persona como una entidad e identidad definidas.

Michel Ofray nació en una familia de origen modesto el 1 de enero de 1959, como si el comienzo del año le diera la posibilidad de empezar el ciclo de profundizar en las actuaciones de sus semejantes. Fue un alumno sobresaliente con una infancia bastante azarosa. Se dedicó de lleno a estudiar a los grandes filósofos y sacar su título profesional a relucir, como sabe hacerlo de manera docta y sencilla. Abrir el ojo sobre los procesos humanos no es tarea fácil, pero en las más de cien publicaciones, que pertenecen a este prolífico autor, se nota su empeño por no obviar el menor criterio para sus razonamientos y conclusiones sobre la temática que concierne al prójimo. Sus puntos de vista se basan en un acercamiento materialista, hedonista, ético y ateo. Con más de cien obras que sondean la condición humana, su mente lúcida lo retrata como un intelectual con tendencia nietzscheana. Promueve en toda instancia el cuestionamiento que se debe mantener acerca de cualquier asunto que afecte al hombre y sus repercusiones. El preguntar es la clave del enigma que encierra la condición del hombre. Sustenta que la educación nacional enseña la historia oficial de la filosofía, más no hace hincapié sobre el cómo aprender a filosofar. Disciplina que se debe poner en práctica con el rigor que precisa.

Efectivamente otra de las pasiones de la Mirada de Ulisas es poder reflexionar sobre lo divino y lo humano, como ya lo han podido constatar mis queridos lectores y lectoras. Puedo decir que me encanta escudriñar al semejante para comprender mejor el mundo donde habitamos todos y que tantas veces se nos escapa visualizarlo bien.

Esta vez, mi mirada se posa en la crítica que el filósofo galo le hace a su presidente, Emmanuel Macrón, quien habló de la imperiosa necesidad de crear dos estados en el Medio Oriente, como si el intento no hubiese fracasado ya en varias oportunidades bajo el mando de voces autorizadas, que lucharon por pacificar la región. En el caso presente, Ofray alega que el pensar en la creación del Estado palestino en la inmediatez sería como darle un premio al terrorismo en manos de Hamás, que durante más de 30 años de pésimo gobierno se ha visto lo que ha hecho con la cantidad inmensa de dineros recibidos por parte de varios países y organizaciones internacionales.  Nada digno de ser mostrado como ejemplo, más bien como una advertencia que explica el porque Ofray se opone a la institucionalización de un estado palestino. Lo que ha probado la política impuesta por Hamás es desastroso y altamente peligroso para la Humanidad, donde no existe cabida para el respeto ni la tolerancia por la otredad. A la mujer se le subordina a un rol despreciable y condenable. No estamos en épocas pretéritas cuando ese tipo de actitudes eran aceptadas e impuestas. El mundo ha cambiado y las exigencias piden libertad, hermandad e igualdad para todos.

La mirada de Ulisas sabe que no sería el caso para una Palestina a manos de un Hamás o de alguna organización terrorista inspirada en los predicados de los Hermanos Musulmanes, quienes basan sus creencias en el Corán, donde el espacio para la mujer o para la diferencia dejan mucho qué desear. ¿Será que un brillante filósofo como Michel Ofray conoce las nefastas consecuencias que acarrearía un despropósito como otorgarle autonomía a un régimen que contradice todas las luchas libradas durante siglos para alcanzar una conquista de un bienestar universal? Gran pregunta que nos debemos plantear y tal vez indagar la respuesta dentro de nosotros mismos para saber que el panorama sería funesto para Israel, la única democracia de la región que comulga con los principios de la cultura occidental, que le da lugar a todos y promueve un mundo más justo donde vivir con la diversidad no es un problema sino el zócalo para la paz y para el bienestar del Occidente, que se halla en riesgo. Israel trata de detener lo que Europa no ha podido hacer para evitar caer bajo el dominio del terror padecido en las últimas décadas. ¿Acaso es tiempo de despertar nuestra conciencia y ver con la mirada diáfana lo que se aproxima si no se toman las medidas necesarias para evitar la debacle? ¿Será que Michel Onfray, un hombre de izquierda y preocupado por el dolor ajeno,  con la dialéctica puesta a funcionar entendió que la humanidad está amenazada?