Tras los bastidores

1 de Mayo

David A. Rosenthal

El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, conmemora las luchas históricas y los logros de la clase trabajadora y del movimiento obrero. Tiene su raíz en un terrible suceso o episodio de nuestra historia contemporánea, en específico, al siglo XIX y a Estados Unidos, cuando en Chicago tuvo lugar el surgimiento de un movimiento obrero que luchaba contra las inequidades del sistema industrial, en pleno auge de su revolución, primero en Gran Bretaña, luego Europa y EE.UU. Los horarios laborales, sus condiciones, garantías, protección a los trabajadores eran inhumanas, incluso superando doce horas laborales al día y por siete días a la semana. Un gran problema era la participación de niños, de menores de edad en todo tipo de trabajos fuertes, por ejemplo, la minería, en donde se explotaba de manera enorme a sus trabajadores, además por salarios injustos, miserables. De esto surgieron grandes fortunas en manos de algunas familias, en EE. UU, la principal de ellas, Rockefeller, luego Carnegie y Morgan, antes estuvo la de "El Comodoro"​​ Vanderbilt, magnate de los ferrocarriles.

Los movimientos obreros que surgieron en Chicago por el año 1886, provenientes de ideologías socialistas, comunistas y anarquistas, reclamaban como máximo, una jornada de ocho horas de trabajo diario legal. Los Mártires de Chicago son las cinco víctimas letales, condenadas a ahorcamiento, en 1887, luego de la Masacre de Haymarket, por Haymarket Square, lugar en el que las revueltas de los sindicalistas terminaron en muerte, pues el jefe sindicalista Rudolph Schnaubelt lanzó una bomba a los policías que se empeñaban en detener la manifestación. En su memoria y la de los demás obreros, se decidió que el 1 de mayo se conmemorara en la memoria de su lucha.

Décadas después, en 1927, Bartolomeo Vanzetti y Nicola Sacco, sindicalistas, anarquistas y migrantes italianos fueron sentenciados en Massachussets injustamente a la silla eléctrica por su condición, posición y origen. Ellos, otros mártires por la causa obrera.

Ahora bien, lo que en Colombia se espera, especialmente, en Bogotá, por parte del gobierno encabezado por el inquilino de la casa de Nariño, es una ofensa para la memoria de los lideres sindicales, las centrales obreras, los ciudadanos, los pensadores, los emprendedores y microempresarios. Haber traído una Minga “indígena” para así llenar la plaza pública, y llamar a un estallido social, retando de esta manera a los colombianos, no es concebible, y menos en un momento en el que la misma clase trabajadora y la clase media pujante se encuentra en jaque, debido a los malos manejos del gobierno y sus malas prácticas en materia económica y social. No se debe guardar silencio ante esto. Asimismo, la Universidad Nacional, bastante venida a menos, se ha convertido en un cuartel del lumpemproletariado, en términos de Marx.

Dijo el pastor luterano Martin Niemöller: “Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.