Investigación

Sánchez Valdeón: "La investigación sobre el Alzheimer requiere inversiones significativas en tiempo y recursos"

Leticia Sánchez Valdeón, Dra. Ciencias de la Salud

Tras sus últimas investigaciones sobre diagnóstico y tratamiento del Alzheimer, hemos querido hablar con Leticia Sánchez Valdeón, Dra. en Ciencias de la Salud, sobre la enfermedad y el trabajo que día a día desarrollan para reducir su impacto en nuestra sociedad.  

¿Qué te llevó a especializarte en neurociencia y, específicamente, en el estudio del  Alzheimer?  

Desde mis inicios profesionales me he sentido atraída por la neurociencia, campo en el que he intentado formarme. Lo que acabó de decidir mi vocación investigadora en este sentido fue que durante unos años tuve la suerte de formar parte, como directora, de la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de León. 

Allí se trabaja desde una perspectiva holística y recuerdo que el sentir de las familias de las personas con este diagnóstico era que sus familiares primero morían mentalmente y luego físicamente. 

¿Cómo fue tu experiencia en la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de León y qué aprendiste de tu trabajo con las familias de los pacientes?  

Se trata de una enfermedad que no sólo afecta al enfermo, si no a todo su entorno, que  se ve arrastrado a una vorágine de cambios físicos y emocionales a los que debe de  adaptarse en poco tiempo. Trabajar con la persona teniendo en cuenta todas sus dimensiones, física, emocional, espiritual y social te enseña a ver la salud desde una perspectiva muy distinta.  

¿Cuál consideras que es el papel específico de las enfermeras en el tratamiento y cuidado de personas con Alzheimer?  

Las enfermeras tenemos un papel imprescindible en las enfermedades agudas, pero también y de forma más intensa en las enfermedades crónicas surgidas a raíz del aumento de la esperanza de vida. Es potencialmente atractivo tener un paciente curable entre tus manos y bajo tus cuidados, pero ¿qué pasa cuando esto no es así? Es entonces cuando el papel de la enfermera como garante de la calidad de vida de éste entra en juego.  

En tus estudios sobre el Alzheimer, ¿cómo aborda el equipo de investigación la relación entre factores genéticos y ambientales?  

Trabajamos con el hecho ya estudiado y demostrado de que existen factores de riesgo clínicos, sociales y ambientales, como la baja reserva cognitiva, el hábito de fumar, el consumo de alcohol, la depresión, la obesidad o la diabetes mellitus, que contribuyen a la aparición de enfermedad de Alzheimer, y podrían actuar desde etapas tempranas de la vida e interactuar con factores genéticos.   

Hemos visto que dices que el gen ApoE4 se asocia a un mayor riesgo de Alzheimer. ¿Qué  otros factores genéticos han resultado relevantes en tus investigaciones?  

Hay que tener en cuenta que, en materia de Alzheimer, hay genes deterministas, que son aquellos cuya posesión es causa suficiente para sufrir la demencia en edades tempranas, y genes de riesgo, cuya presencia en la persona aumenta estadísticamente la posibilidad de sufrir alteraciones neurológicas compatibles con el Alzheimer pero que no garantizan que esto suceda.  

¿Por qué decidiste centrar tu investigación en Castilla y León, y qué particularidades genéticas presenta esta población?  

El objetivo general fue estimar las frecuencias de las variantes de ApoE en Castilla y León, puesto que, por su situación geográfica de cruce de caminos, ha recibido múltiples aportaciones genéticas tanto del norte de Europa, como del área mediterránea y el norte de África. 

¿Cuál es la relación entre la variante ApoE4 y los niveles de colesterol? ¿Cómo afecta esto al tratamiento de los pacientes?  

El nivel de colesterol total y LDL-colesterol difiere entre los individuos diagnosticados con Enfermedad de Alzheimer según el genotipo que portan. Se destaca que los portadores del genotipo ε4/ε4 tienen un nivel medio de colesterol total y LDL-colesterol más alto que el resto de los genotipos.  

¿Qué otras enfermedades o condiciones, como el colesterol o los traumatismos, están relacionadas con el Alzheimer en el caso de los portadores de ApoE4?  

Esas mismas. 

¿Qué impacto esperas que tengan estos hallazgos en el diagnóstico y tratamiento del Alzheimer a nivel nacional?  

El proyecto sirve para reducir el impacto de la enfermedad, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer y sus familiares cuidadores. Los resultados pueden ayudar a que todos los agentes y el conjunto de la sociedad se involucren en las políticas preventivas de la Enfermedad de Alzheimer y en el reto que plantea el abordaje integral de la enfermedad, eliminando situaciones de rechazo, exclusión y  estigmatización hacia las personas que la padecen.  

Leticia Sánchez Valdeón Dra. Ciencias de la Salud

Has mencionado el impacto del confinamiento por COVID-19 en el deterioro cognitivo de los pacientes con demencia. ¿Cuáles fueron las conclusiones más relevantes de este estudio?  

Nuestros resultados sugieren que, durante los 3 meses de confinamiento por COVID-19, los pacientes con demencia que suelen acudir al centro de día de la Asociación de Familiares de Alzheimer de León, con el objetivo de recibir un programa de estimulación cognitiva, experimentaron un deterioro cognitivo más rápido. Las disminuciones observadas en las puntuaciones del MMSE (Test Mini mental) revelan una aceleración significativa del deterioro cognitivo durante el período de inactividad. Esto podría sugerir  que nuestras terapias cognitivas, centradas en frenar el deterioro cognitivo, son beneficiosas y, por lo tanto, necesarias en pacientes con demencia. 

¿Qué tipo de intervenciones no farmacológicas podrían mitigar el deterioro cognitivo en personas con Alzheimer y cómo pueden implementarse?  

Existen varias intervenciones no farmacológicas que pueden ayudar a mitigar el deterioro cognitivo en personas con Alzheimer. Aquí menciono algunas de ellas y cómo pueden implementarse: 

1. Estimulación Cognitiva: actividades que desafían la mente, como juegos de memoria, rompecabezas, lectura o ejercicios de matemáticas simples. Se pueden implementar en grupos o de manera individual, y es útil establecer una rutina diaria.  

2. Terapia de Reminiscencia: consiste en recordar y compartir experiencias pasadas. Se puede llevar a cabo a través de álbumes de fotos, música de épocas pasadas o conversaciones sobre eventos significativos. Esto puede hacerse en sesiones grupales o individuales.  

3. Ejercicio Físico: la actividad física regular, como caminar, bailar o ejercicios de bajo impacto, puede mejorar la salud cerebral. Se pueden organizar clases de ejercicio adaptadas a las capacidades de la persona, fomentando la participación social.  

4. Terapia Ocupacional: ayuda a las personas a mantener su independencia y habilidades diarias. Un terapeuta ocupacional puede diseñar actividades personalizadas que se adapten a los intereses y habilidades del individuo.  

5. Intervenciones basadas en la música: la musicoterapia puede estimular la memoria y  las emociones. Se pueden organizar sesiones donde se escuche música que les guste o se canten canciones conocidas.  

6. Terapia de arte: fomentar la expresión a través del arte puede ser beneficioso. Se pueden realizar talleres de pintura, dibujo o manualidades, permitiendo que las personas se expresen creativamente.  

7. Intervenciones sociales: fomentar la interacción social a través de grupos de apoyo, actividades comunitarias o visitas familiares puede ayudar a reducir la sensación de aislamiento y mejorar el bienestar emocional.  

8. Mindfulness y técnicas de relajación: practicar la atención plena y técnicas de relajación puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la calidad de vida. Se pueden implementar sesiones guiadas de meditación o ejercicios de respiración.  

Para implementar estas intervenciones, es importante personalizarlas según las preferencias y capacidades de cada persona. Además, contar con el apoyo de profesionales de la salud, familiares y cuidadores es fundamental para crear un entorno positivo y estimulante.  

¿Qué aportaciones o diferencias genéticas habéis observado entre las provincias de Castilla y León?  

Este dato se encuentra en estudio y sin publicar en la actualidad.  

¿Cuál es el próximo objetivo de tu investigación, y en qué nuevas líneas de estudio sobre el Alzheimer te gustaría profundizar?  

Examinar la presencia de factores cardiovasculares, como la Diabetes Mellitus, la hipertensión arterial y diversas patologías cardíacas, en individuos diagnosticados con Enfermedad de Alzheimer, así como explorar su relación con el genotipo ε4/ε4, con el fin de analizar la posible asociación entre estos factores y dicho genotipo.  

¿Cuáles son los desafíos más importantes que enfrentáis en el equipo de investigación para avanzar en el conocimiento del Alzheimer?  

El equipo de investigación enfrenta varios desafíos importantes en su labor:  

1. Complejidad de la enfermedad: el Alzheimer es una enfermedad multifacética que  involucra factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Comprender cómo interactúan estos factores es un gran desafío.  

2. Falta de biomarcadores claros: aunque se han identificado algunos biomarcadores, aún no hay suficientes herramientas diagnósticas precisas que permitan detectar la  enfermedad en sus etapas más tempranas. Esto dificulta el desarrollo de tratamientos efectivos.  

3. Variabilidad en los síntomas: cada persona con Alzheimer puede experimentar síntomas diferentes y a diferentes ritmos. Esta variabilidad complica la investigación y la creación de tratamientos estandarizados.  

4. Acceso a poblaciones diversas: es fundamental incluir a diversas poblaciones en los estudios para obtener resultados aplicables a diferentes grupos. Sin embargo, a menudo hay dificultades para reclutar participantes de diversas etnias y contextos socioeconómicos.  

5. Financiamiento y recursos: la investigación sobre el Alzheimer requiere inversiones significativas en tiempo y recursos. A veces, la financiación puede ser limitada, lo que retrasa el avance de los estudios.  

6. Desarrollo de tratamientos efectivos: a pesar de los avances, encontrar tratamientos que realmente modifiquen la progresión de la enfermedad ha sido complicado. Muchos ensayos clínicos no logran los resultados esperados. 

7. Concienciación y Educación: aumentar la concienciación sobre la enfermedad y la importancia de la investigación es crucial. A menudo, hay un estigma asociado al Alzheimer que puede dificultar la participación en estudios.  

8. Colaboración interdisciplinaria: la investigación del Alzheimer se beneficia de la colaboración entre diferentes disciplinas (neurología, psiquiatría, genética, etc.), pero coordinar esfuerzos entre distintos campos puede ser un reto.  

A pesar de estos desafíos, nuestro equipo de investigación sigue comprometido y trabaja arduamente para avanzar en el conocimiento del Alzheimer y en encontrar soluciones que mejoren la vida de quienes lo padecen. La perseverancia y la colaboración son clave en nuestro camino. 

¿En qué medida está relacionado el perfil glucémico de los pacientes con el riesgo de  Alzheimer en función de su genotipo ApoE?  

Este tema se trata de una futura línea de investigación.  

¿Cómo influye el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, en el avance del Alzheimer, y qué recomendaciones ofrecerías en este sentido?  

El estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio, puede tener un impacto significativo en el avance del Alzheimer y otras formas de demencia. Aunque no hay una cura para la  enfermedad de Alzheimer, ciertos hábitos pueden ayudar a reducir el riesgo o retrasar su progresión. Aquí te presento algunos aspectos clave: 

Influencia de la dieta

Dieta Mediterránea: esta dieta, rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y grasas saludables (como el aceite de oliva), se ha asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo. 

Antioxidantes: alimentos ricos en antioxidantes (como bayas, nueces y verduras de hoja verde) pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo, que está relacionado con el daño cerebral. 

Ácidos grasos omega-3: presentes en pescados grasos como el salmón y las sardinas, estos ácidos grasos son beneficiosos para la salud cerebral. 

Limitación de azúcares y grasas saturadas: dietas altas en azúcares refinados y grasas saturadas pueden estar asociadas con un mayor riesgo de deterioro cognitivo.

Influencia del ejercicio 

Ejercicio regular: la actividad física regular mejora la circulación sanguínea al cerebro y puede promover la neuroplasticidad, lo que ayuda a mantener las funciones cognitivas.

Ejercicio aeróbico: actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta son especialmente beneficiosas. 

Entrenamiento de fuerza: también se ha demostrado que el entrenamiento de resistencia tiene efectos positivos sobre la salud cerebral. 

Recomendaciones 

Adoptar una dieta equilibrada: incluir alimentos frescos y minimizar los procesados; seguir patrones como la dieta mediterránea. 

Mantenerse activo físicamente: realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana; incluir ejercicios tanto aeróbicos como de fuerza.

Estimulación mental: participar en actividades que desafíen tu mente, como leer, aprender un nuevo idioma o jugar juegos de estrategia. 

Socialización: mantener relaciones sociales activas puede ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo. 

Controlar factores de riesgo cardiovascular: mantener una presión arterial saludable, controlar el colesterol y evitar fumar. 

¿Qué mensaje te gustaría enviar a las familias de pacientes con Alzheimer sobre el papel de la investigación en mejorar la calidad de vida?  

La investigación en Alzheimer es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus seres queridos. Cada estudio, cada ensayo clínico y cada avance científico nos acerca a mejores tratamientos, diagnósticos más precisos y, en última instancia, a  una mayor comprensión de esta enfermedad. 

Es importante recordar que su participación y apoyo son cruciales. Al involucrarse en estudios o simplemente al mantenerse informados sobre los últimos avances, están contribuyendo a un futuro donde el Alzheimer pueda ser tratado de manera más efectiva. La esperanza está en la ciencia, y juntos podemos trabajar hacia un mañana donde la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer esté significativamente mejorada. 

No están solos en este camino; hay una comunidad comprometida que busca soluciones y apoya a las familias en cada paso del proceso. Su amor y dedicación son vitales, y la investigación está aquí para ayudarles a enfrentar este desafío con más herramientas y recursos. 

En base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, ¿cómo consideras que tus estudios contribuyen a la estrategia nacional para el abordaje de las demencias? El Plan Nacional de Alzheimer y Otras Demencias, mira hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Asamblea General de Naciones Unidas. Ya en el preámbulo, “El Alzheimer como prioridad social y sanitaria”, destaca que “el abordaje de las demencias es una prioridad de salud pública y  un problema social y sanitario de primer orden. Se ha convertido en la gran epidemia silenciosa del siglo XXI y en el gran reto para la sostenibilidad de cualquier sistema social y sanitario.”  

Esta estrategia cuenta con cuatro ejes de actuación para 10 objetivos concretos:  

1. Diseñar políticas preventivas de la enfermedad de Alzheimer.  

2. Mejorar el diagnóstico precoz.  

3. Fomentar la investigación sobre las causas, la prevención y el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer.  

4. Reducir el impacto de la enfermedad, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas con Alzhéimer y sus familiares cuidadores, en su convivencia con la enfermedad y en el ejercicio de todos sus derechos. 

5. Favorecer el mantenimiento de la persona con alzhéimer en su entorno natural el mayor tiempo posible, promoviendo su máxima autonomía, participación y conservación de sus capacidades, y ofreciendo apoyos adecuados para ello: tanto para la persona enferma, como para su cuidador o cuidadora familiar.  

6. Involucrar a todos los agentes y al conjunto de la sociedad en la respuesta hacia los retos que plantea el abordaje integral de la enfermedad, eliminando situaciones de rechazo, exclusión y estigmatización hacia las personas con Alzhéimer. 

7. Desarrollar respuestas sociales y sanitarias adecuadas, innovadoras y sostenibles para responder a las necesidades de las personas con Alzhéimer y sus familiares cuidadores. 

8. Avanzar en las respuestas de otros sistemas (seguridad social, ámbito laboral, vivienda, etc.) en el apoyo a los familiares cuidadores en todos aquellos ámbitos y zonas en las que se requieran.  

9. Frenar el impacto económico y social del Alzhéimer en la sociedad actual. 

10. Mejorar el conocimiento relativo al dimensionamiento y necesidades de las personas con Alzhéimer y familiares cuidadores, la investigación biomédica, social y sanitaria, y la  innovación en soluciones y respuestas.  

Este trabajo incide claramente en los tres primeros objetivos, sirviendo para reducir el impacto de la enfermedad, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer y sus familiares cuidadores.