Entrevista

Félix Zamora: “Queremos atraer inversión privada para construir un centro de innovación e investigación de excelencia que beneficie a toda la sociedad”

Félix Zamora - Universidad Autónoma de Madrid

El vicerrector de Innovación y Transferencia de la Universidad Autónoma de Madrid detalla el ambicioso proyecto de 14.000 metros cuadrados que marcará un antes y un después en la conexión entre universidad y empresa

La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) se prepara para dar un salto cualitativo en su apuesta por la transferencia del conocimiento y la innovación. A través de una licitación dirigida a atraer inversión privada, la universidad impulsa la construcción de un nuevo espacio de 4.000 m² dedicado a la investigación de excelencia, pensado para albergar grupos punteros y atraer a empresas tecnológicas que quieran trabajar codo con codo con científicos.

El responsable del impulso de este proyecto es Félix Zamora, vicerrector de Innovación, Transferencia y Tecnología de la UAM, que nos atiende para explicar el alcance de esta iniciativa, que define como “una gran oportunidad de ganar todos”.

Profesor Zamora, han lanzado una licitación para un nuevo proyecto de investigación. ¿Qué están planteando exactamente?

Queremos construir un nuevo edificio de 14.000 metros cuadrados en nuestro campus, 4.000 m2 destinado a grupos de investigación de alto nivel, y 10.000 m2 a laboratorios de innovación. Es un proyecto muy ambicioso que no podríamos abordar con financiación pública exclusivamente, así que hemos abierto una vía de colaboración público-privada. El objetivo es que un inversor construya y gestione el espacio de innovación, alquilándolo a empresas tecnológicas que quieran instalarse cerca de nuestros investigadores. Es un modelo win-win: el inversor obtiene rentabilidad y nosotros creamos un ecosistema de excelencia.

¿Qué tipo de empresas buscan atraer a ese espacio?

Empresas que no vengan solo “por el ladrillo”. Buscamos compañías capaces de dinamizar el entorno, que quieran colaborar con nuestros investigadores, desarrollar tecnología, lanzar proyectos conjuntos. No es un parque empresarial al uso, sino un entorno vivo de innovación. Esa cercanía favorece que nuestros científicos detecten necesidades reales de las empresas y propongan y desarrollen soluciones en común con ellas desde estos nuevos laboratorios.

¿Cómo se enmarca este proyecto en la estrategia general de innovación de la UAM?

Queremos que la universidad tenga un papel activo en la resolución de problemas reales. Este proyecto es una pieza clave de un plan más amplio. Estamos trabajando también en el proyecto Spain Neurotec, un instituto nacional de neurotecnología con 600 investigadores; otro denominado Ciudad de la Salud en nuestro campus de medicina que se entroncará con el Hospital de La Paz e institutos de investigación-innovación; y en una instalación para albergar grandes equipos científicos, junto a empresas que desarrollan instrumentación avanzada. Todo gira en torno a lo mismo: acercar ciencia y sociedad.

¿Qué beneficios tendrá para la región este nuevo centro de investigación?

Muchos. Generará empleo de calidad, impulsará nuevas colaboraciones con empresas, atraerá inversión y consolidará a la Comunidad de Madrid como polo tecnológico. Pero lo más importante es que dará respuesta a retos sociales. Si juntamos investigadores excelentes con empresas innovadoras, surgirán soluciones para problemas reales: salud, sostenibilidad, energía, digitalización...

¿Está encontrando apoyo institucional para este tipo de iniciativas?

Sí. Tanto desde el Ministerio de Ciencia como desde la Comunidad de Madrid hemos notado un cambio positivo. Hay voluntad de apostar por la innovación y la transferencia y por crear estructuras más sólidas para que el conocimiento llegue a la economía. Pero echo en falta una pieza esencial: un verdadero plan industrial en España. Porque si no generamos industrias tecnológicas propias, todo este esfuerzo se puede quedar corto.

¿Cuál es el estado actual del proyecto? ¿Cuándo será una realidad?

La licitación ya se ha lanzado. Ahora buscamos al socio adecuado. Si todo va bien, en unos dos años este centro podría estar operativo. Y será solo el comienzo de un nuevo modelo de universidad, más conectada con el tejido productivo, más útil para la sociedad.