Planas sobre la guerra arancelaria de Trump: "El IVA no es un arancel y la confrontación comercial no beneficia a nadie"
El ministro de Agricultura defiende la relación comercial entre España y EE.UU. y llama a la "prudencia y firmeza"
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha advertido este sábado que la guerra comercial emprendida por la administración de Donald Trump "no es buena para nadie" y ha rechazado el argumento de que el IVA europeo sea una barrera comercial, como sugieren desde Estados Unidos.
Planas, en declaraciones a Cadena Ser Andalucía, ha recordado que el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) no es un arancel, sino un tributo que afecta por igual a productores europeos y americanos cuando comercializan en el mercado comunitario. Sus palabras llegan tras el anuncio de la administración Trump de imponer "aranceles recíprocos" en respuesta a lo que consideran una desventaja fiscal para sus exportaciones.
“Nosotros nos vamos a mantener en los principios de prudencia y firmeza. No queremos ofender a nadie, pero tampoco aceptaremos medidas que perjudiquen nuestro comercio exterior”, ha subrayado Planas.
El ministro ha insistido en que la relación entre Estados Unidos y España es “muy positiva” y ha apostado por evitar un conflicto comercial que pueda afectar a sectores clave como el agroalimentario, que ya sufrió el impacto de los aranceles impuestos por Trump en 2019.
Tensión por la subida del SMI en el sector agrícola
En otro orden de asuntos, Planas ha respondido a las críticas de algunas organizaciones agrarias como Asaja, que han calificado de “insostenible” la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un contexto de falta de mano de obra en el campo.
El ministro ha rechazado estas afirmaciones, asegurando que no le parece “coherente” criticar el aumento del SMI cuando el sector agrícola necesita atraer trabajadores.
"Los trabajadores merecen salarios dignos y los agricultores precios justos, la combinación de ambos elementos es viable”, ha defendido.
Esta declaración llega en un momento de especial tensión para el campo español, que se enfrenta a problemas estructurales como la crisis de rentabilidad, la competencia de terceros países y la escasez de mano de obra, especialmente en campañas agrícolas como la recolección de frutas y hortalizas.
Postura de España sobre el uso de pesticidas en la UE
Finalmente, Planas ha abordado la reciente petición del comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, quien ha instado a tomar "medidas drásticas" para mejorar la gestión de pesticidas en el sector agrícola.
El ministro ha asegurado que comparte estas reclamaciones y ha lamentado la falta de consenso en la UE sobre este asunto. España, según ha indicado, aboga por una transición hacia modelos agrícolas más sostenibles, pero sin perjudicar la competitividad de los agricultores nacionales frente a terceros países.
Este debate se enmarca en la creciente presión por parte de Bruselas para reducir el uso de fitosanitarios y mejorar la sostenibilidad del campo, una medida que genera división en el sector agrario, preocupado por el impacto en la productividad y los costes de producción.
Un panorama complejo para la agricultura española
Las declaraciones de Planas reflejan los múltiples frentes abiertos en la política agraria española:
- Guerra comercial con EE.UU.: Posibles aranceles de Trump que afectarían a las exportaciones españolas.
- SMI en el campo: Tensiones con organizaciones agrarias por el impacto en los costes laborales.
- Pesticidas y sostenibilidad: Debate en la UE sobre la reducción de fitosanitarios y su efecto en la producción.
En este contexto, el Gobierno deberá equilibrar la competitividad del sector agrícola con las exigencias de sostenibilidad y justicia social, mientras negocia con EE.UU. para evitar una nueva escalada arancelaria que pueda perjudicar a los productores españoles.