España avanza entre luces y sombras: radiografía económica, social e institucional de la última década
Un informe del Consejo General de Economistas y la Cámara de Comercio analiza los retos y avances de España entre 2014 y 2024, destacando la recuperación económica post-COVID, la descentralización institucional y los desafíos demográficos
El informe "Evolución económica, social, empresarial e institucional de España 2014-2024", elaborado por el Consejo General de Economistas y la Cámara de Comercio de España, ofrece una radiografía completa de los últimos diez años del país, marcados por grandes transformaciones, desafíos inesperados y avances significativos.
Crisis, recuperación y resiliencia
Tras los coletazos de la crisis de 2008, España comenzó en 2014 una recuperación sostenida, interrumpida de forma abrupta por la pandemia del COVID-19. La economía logró avanzar desde un PIB de 1,03 billones de euros en 2014 hasta 1,245 billones en 2019, con un crecimiento medio del 3,38%. Sin embargo, el desplome del PIB en 2020, superior al 10%, supuso un retroceso inédito, especialmente para sectores como el turismo y la hostelería. Desde entonces, el país ha retomado la senda del crecimiento gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y a los fondos europeos Next Generation EU.
Demografía y España vaciada
Uno de los grandes retos del país es el demográfico. La población española envejece y la tasa de natalidad ha descendido en todas las comunidades autónomas, agravando el problema de la conocida como “España vaciada”. Mientras tanto, el saldo migratorio positivo ha permitido un leve crecimiento poblacional, con una inmigración creciente procedente de América Latina, África y Europa. Las políticas públicas han intentado incentivar la natalidad y frenar la despoblación rural, pero su impacto ha sido limitado hasta ahora.
Descentralización y desigualdad territorial
El informe subraya que España se consolida como uno de los países más descentralizados de la UE, con las comunidades autónomas liderando áreas como sanidad, educación y servicios sociales. No obstante, persisten grandes diferencias territoriales, con regiones como Madrid y Cataluña destacando en crecimiento económico, mientras otras como Extremadura o Castilla-La Mancha enfrentan desafíos estructurales.
Administraciones públicas: modernización desigual
A lo largo de la década, se han aprobado leyes clave como la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo Común y la Ley 40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público, que impulsan la digitalización y la transparencia. Sin embargo, la financiación autonómica sigue siendo un punto de fricción, especialmente tras las propuestas de "financiación singular" para Cataluña. A nivel local, las reformas han buscado racionalizar estructuras y fomentar la participación ciudadana.
Gasto público y sostenibilidad
El gasto público respecto al PIB creció significativamente en 2020, superando el 50%, impulsado por las medidas frente a la pandemia. Actualmente, el gasto social representa dos tercios del total, destacando la protección social, la sanidad y la educación. En paralelo, la plantilla del sector público ha crecido un 13% en las comunidades autónomas y un 11,4% en universidades desde 2014.
Transformación empresarial
El tejido empresarial español ha mostrado capacidad de adaptación, con avances en internacionalización, innovación y sostenibilidad. Aun así, el tamaño reducido de muchas empresas, los problemas de productividad y la dependencia de sectores tradicionales siguen siendo retos por resolver.
Una década marcada por la incertidumbre
El periodo 2014-2024 ha estado marcado por acontecimientos de gran calado: desde la crisis territorial en Cataluña hasta la pandemia, pasando por el conflicto en Ucrania y los cambios políticos internacionales. En este contexto, el estudio destaca el papel estabilizador de la Corona y de las instituciones intermedias, como la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas, especialmente en momentos de alta polarización política.
Conclusión: un país en tránsito
El informe concluye que España ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y transformación, pero alerta de la necesidad de abordar problemas estructurales pendientes: desigualdad territorial, envejecimiento, baja natalidad, reforma del sistema de financiación autonómica y mejora de la productividad.
El documento, fruto de un trabajo conjunto entre economistas y expertos institucionales, se presenta como una herramienta para orientar el debate público y las políticas futuras, en busca de una España más moderna, cohesionada y sostenible.