Conciertos

AC/DC desata su tormenta eléctrica en el Metropolitano ante más de 50.000 almas entregadas

AC/DC suma una segunda fecha en Madrid tras agotar las entradas en tiempo récord

El legendario grupo australiano incendia Madrid con un concierto inolvidable lleno de energía, clásicos inmortales y espíritu indomable tras ocho años de silencio

El rugido de las guitarras de AC/DC volvió a estremecer Madrid. El Riyadh Air Metropolitano fue testigo este sábado de una de las noches más potentes del año: más de 50.000 personas vibraron con la banda australiana, que retomó su actividad en directo con su "Power Up Tour", tras ocho años de inactividad. Fue el primero de los dos conciertos programados en la capital y el único en España, convertido en una cita histórica para los fanáticos del rock duro.

Vestidos de negro, con gorras de pico y cuernos rojos parpadeantes, miles de seguidores se congregaron para rendir culto a los acordes estridentes de Angus Young, quien, con 69 años y su característico uniforme de colegial, volvió a demostrar que la electricidad de su guitarra sigue generando tormentas. A su lado, Brian Johnson, enfundado en su inseparable boina, puso voz a una noche en la que los himnos de toda una generación cobraron nueva vida.

Una tormenta de clásicos y energía

El concierto arrancó con una descarga directa: ‘If You Want Blood (You’ve Got It)’, que encendió los ánimos del estadio. Sin pausa, llegó uno de los momentos más esperados, ‘Back in Black’, coreado a gritos por un público que no necesitó calentamiento previo.

La banda —completada por Stevie Young en la guitarra rítmica, Chris Chaney al bajo y Matt Laug en la batería— ofreció un repertorio que repasó su historia sin renunciar a la potencia actual. En el ecuador del show, ‘Thunderstruck’ explotó como un relámpago: las tres pantallas gigantes del estadio proyectaban los dedos de Angus volando sobre las cuerdas mientras el público rugía al unísono: “¡Thunder! ¡Thunder!”.

La interpretación de ‘Demon Fire’ y ‘Stiff Upper Lip’ mantuvo la tensión al máximo, pero fue ‘Hells Bells’ —con la mítica campana resonando desde los altavoces— la que marcó el punto más oscuro y solemne de la noche, rememorando la época más simbólica del grupo.

Espíritu de resistencia y homenaje a sus raíces

El concierto fue también un homenaje a los ausentes ilustres. Aunque el bajista original Cliff Williams y el baterista Phil Rudd no participaron, sus nombres resonaban entre los más fieles. Y la sombra de Malcolm Young, fundador y guitarrista rítmico fallecido en 2017, estuvo muy presente a través de su sobrino Stevie, quien ocupa ahora su lugar en la banda.

Johnson, emocionado y enérgico, recordó durante el concierto el legado de Bon Scott, vocalista original del grupo fallecido en 1980, agradeciendo al público su fidelidad: “Gracias por seguir con nosotros todos estos años. Esta noche es para todos los que han sido parte de AC/DC”.

Una segunda cita para sellar la leyenda

La banda no anunció nuevos proyectos ni giras futuras, pero dejó claro que aún tiene mucho que decir sobre el escenario. Con una ovación cerrada, el estadio se despidió entre fuegos artificiales y los compases de ‘Highway to Hell’, el tema que cerró una noche épica.

El próximo 16 de julio, AC/DC repetirá este ritual eléctrico en el mismo escenario del Metropolitano. Para quienes aún guardan una entrada, será la última oportunidad de vivir una experiencia que ya forma parte de la historia del rock en España.