Sobre la Sustancia, la Vegetariana y los cuerpos como trozos de carne
En este artículo voy a vincular un libro y una película que para mi tienen una parte fundamental en común y que, hasta ahora, no he leído a nadie que lo haya hecho: poner el cuerpo de la mujer en primer plano pero no sexualmente sino como un mero y puro trozo de carne. Las obras a las que me refiero son La Sustancia y La Vegetariana que, al verla y leerla respectivamente, me han llevado de forma clara y cristalina a esa conclusión.
La película ha obtenido varias nominaciones a los premios Oscar y ha supuesto el espectacular resurgimiento de Demi Moore en Hollywood. El argumento es de sobra conocido: una estrella de la televisión es despedida de la cadena a la que ha entregado su vida y justo en ese instante de debilidad alguien le ofrece un remedio milagroso para ser joven eternamente. Lástima que estos experimentos siempre salgan mal. En este caso, fatal.
Por otra parte, tenemos el libro de la última premio Nobel, Han Kang, La Vegetariana, en el que nuestra protagonista decide sorpresivamente dejar de comer carne un día cualquiera porque lo ha visto en uno de sus sueños. La novela no nos cuenta el punto de vista de la protagonista sino que son tres personas cercanas a ella las que nos narran su historia: su marido, su cuñado y su hermana. Esta forma de escribir de la premio Nobel resulta muy original y aunque silencia a su protagonista, las impresiones del resto de personajes transitan desde la incredulidad hasta prácticamente el asco y nos permiten armar la historia de manera bastante completa. Podemos decir que su decisión de ser vegetariana le supone prácticamente la vida a la protagonista.
En el libro la pregunta que nos plantea la autora para mí es clara, hasta qué punto siendo los humanos carne podemos dejar de comer carne de otros seres vivos. Esta decisión, que no es baladí, supone un auténtico terremoto en la vida de la protagonista hasta el punto de condicionarla totalmente y de que su entorno se tome dicha decisión como la de alguien que no está en sus cabales. En el caso de la Sustancia el tratamiento del cuerpo y la búsqueda de la eterna juventud -sobre todo en las mujeres- nos hace plantearnos qué estamos dispuestos a sacrificar en aras de obtener una apariencia externa ideal. A nadie se le escapa el planteamiento absolutamente machista que aparece en ambas obras.
Pero ahora quiero centrarme en el libro. El otro día estuve en un club de lectura que dirige mi querida María José Codes en la librería La Buena Vida de la calle Vergara (un paseo maravilloso hasta llegar a ella y una librería estupenda). Y me encantó, me pareció que tenía un nivel fantástico y todos aportaron puntos de vista interesantes. Al inicio, María José nos sugería aproximarnos al discurso que leyó Han Kang al recoger el premio Nobel y es, efectivamente, digno de una lectura tranquila y somera. Este libro, además, es perfecto para un club de lectura porque es susceptible de múltiples interpretaciones y todas ellas muy diferentes. Unos veían a la protagonista como alguien egoísta, otros como víctima, algunos como enferma, etc. Yo destaqué el tema del control que para mi es el eje de la novela, cómo todos quieren controlarla hasta el extremo utilizando el tema de su vegetarianismo como mera excusa. El retrato que de la sociedad coreana se deduce para mi es demoledor: clasistas, anclados en el pasado y en general con pocos escrúpulos o dudas de carácter moral.
La autora en el discurso que os he mencionado antes comenta que tarda en torno a 7 años por libro y que escribe planteándose preguntas. Y que no es hasta que dichas preguntas la llevan al final cuando termina el libro. Al enterarme de este sistema no he podido evitar plantearme cómo sería aplicarlo a nuestra propia vida: ¿es esa persona adecuada para mi? ¿a dónde me lleva lo que estoy haciendo?, ¿soy feliz hoy?, ¿qué necesito para serlo?. Creo que en general nos iría mejor si nos planteáramos dudas constantemente sobre lo que hacemos y lo que queremos en la vida. Igual así ganamos nuestro propio premio Nobel.
Visto mi inicio con la autora tengo clarísimo que no será lo último suyo que lea, de hecho su último libro publicado en España me atrae bastante (Imposible decir adiós) y es que hasta el título promete.
Espero que os haya gustado, nos vemos en el próximo artículo y ya sabéis, a leer mientras tanto. Ojalá os decidáis a hacerlo con La Vegetariana, estoy segura que no os defraudará y si queréis aplicar el método de las preguntas a vuestra vida también me parece maravilloso para limpiar vuestro entorno de gente que seguramente nunca debió estar ahí.