El recibo de la tasa de basuras llegará en septiembre: así afectará a los hogares de Madrid
Los madrileños recibirán en septiembre el primer recibo de la nueva tasa de basuras, que supondrá un coste medio estimado de 140 euros anuales por vivienda, según ha informado este jueves el delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante.
El cobro de esta tasa entra oficialmente en vigor este 11 de abril, pero no será hasta después del verano cuando llegue al buzón de los contribuyentes.
La nueva medida fiscal ha sido duramente criticada por el Gobierno municipal, que insiste en que se opone "frontalmente" a su implantación. “Estamos en contra de esta tasa y hemos intentado por todos los medios que no fuera obligatoria”, afirmó Carabante durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.
El Ayuntamiento culpa al Gobierno central
Carabante acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de ser el responsable último de este nuevo coste para los vecinos de la capital. En su intervención, denunció la “voracidad impositiva del Gobierno socialista” y calificó la justificación de la tasa como una “mentira permanente”. En palabras del delegado, “el Gobierno dijo que esta tasa era una imposición europea, cuando la Comisión Europea aclaró que no existe tal exigencia a los estados miembros”.
A pesar de que el Consistorio tuvo margen durante los últimos cinco años para activar el cobro de esta tasa de residuos, no lo hizo hasta ahora. Según Carabante, esa decisión fue deliberada, como muestra de rechazo a una medida que consideran innecesaria y que “no responde ni a una demanda social ni a una obligación normativa real”.
Un impacto directo en los hogares madrileños
Aunque el Ayuntamiento subraya que el importe del recibo dependerá del tipo de vivienda y de su localización, la estimación media sitúa el coste anual en torno a 140 euros por domicilio. Este gravamen afectará a la totalidad de los vecinos de Madrid, con independencia del distrito en el que residan.
Desde la oposición y colectivos ciudadanos se ha criticado duramente la decisión de no haber buscado vías alternativas de financiación para la gestión de residuos, así como la falta de transparencia en la comunicación de los plazos y condiciones de esta nueva tasa.