Los 'okupas' de Carabanchel se resisten a desalojar y aseguran que fueron estafados
Los okupas se resisten a abandonar el inmueble, alegando que firmaron un contrato con un clan que les estafó, cobrándoles más de 2.000 euros por los pisos. Según su versión, fueron captados mientras estaban en la cola de un comedor benéfico del barrio y declararon que un conserje les facilitó el acceso al edificio.
Aumenta la preocupación vecinal
Los vecinos han denunciado broncas continuas, intentos de agresión, y un clima de tensión constante en la zona. Además, la situación se agrava con la llegada de nuevos okupas, que han ingresado al edificio con sus pertenencias, exacerbando la preocupación de los residentes.
"Nuestros bombines son grises y los de ellos son dorados, entonces se nota muchísimo cuando es una casa okupa", explican los vecinos, que también reportan la aparición de vehículos sospechosos rondando el edificio. "Estamos en vilo las 24 horas del día", señalaron.
Respuesta de las autoridades
La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, expresó su indignación ante la situación, calificándola de "inadmisible en un Estado de derecho". Instó a un cambio legislativo urgente para permitir el desalojo de okupas en 24 horas, señalando que la actual legislación limita la actuación de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal.
Sanz recordó que el Senado aprobó una proposición del Partido Popular para endurecer las medidas contra la ocupación, pero lamentó que dicha propuesta esté "estancada" en el Congreso.
Los okupas denuncian estafa
Los propios okupas aseguran sentirse víctimas de un engaño y están presentando denuncias para recuperar el dinero que pagaron al clan. "No sabemos nada. Cada uno ha ido a poner su denuncia", comentó uno de ellos.
Intervención de la inmobiliaria
En un intento de solucionar el problema, la inmobiliaria ha contratado a una empresa especializada para mediar con los okupas. Según su portavoz, las personas dentro del edificio no son agresivas y tienen un perfil pacífico y sin recursos. Sin embargo, el conflicto sigue escalando.
Los vecinos exigen tranquilidad
Mientras la situación persiste, los vecinos solo desean que se restaure la paz y tranquilidad en la urbanización. "Queremos vivir en paz", declararon, mientras esperan que las autoridades y las partes involucradas encuentren una solución a esta compleja problemática.