Madrid sanciona a 148 tuk-tuks en su primera campaña de control y estudia nuevas regulaciones
Las multas, que oscilan entre 90 y 200 euros, se han aplicado por infracciones al reglamento de circulación, según ha detallado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante la última comisión del área.
La campaña se repetirá de forma periódica, ante la creciente presencia de estos vehículos en zonas turísticas, en especial en el centro histórico de la ciudad. Carabante ha subrayado que los tuk-tuks no cuentan con autorizaciones ni licencias municipales, ya que no están sujetos a regulación específica, salvo lo establecido en el actual reglamento de circulación.
Reacciones y debate político
El debate sobre estos vehículos lo ha reavivado el concejal de Vox, Ignacio Ansaldo, quien ha alertado de su proliferación y ha criticado la falta de regulación específica: “Hemos pasado de un servicio curioso y simpático para los turistas a una presencia exagerada que complica el tráfico”, ha denunciado. Ansaldo también ha acusado a los tuk-tuks de realizar competencia desleal al taxi, al recoger pasajeros en hoteles y estaciones.
En su intervención, también ha arremetido contra la campaña de sanciones por considerarla recaudatoria, a lo que Carabante ha respondido con ironía: “¿Cómo podría hacer el Ayuntamiento cumplir la normativa sin sancionar? ¿Pedirles por favor que no lo vuelvan a hacer?”. El delegado ha defendido la necesidad de controlar esta actividad, subrayando que la prioridad es garantizar la seguridad vial y el cumplimiento de las normas.
Sin marco normativo específico
Actualmente, los tuk-tuks no están contemplados en una normativa específica municipal o autonómica, por lo que no requieren licencia o autorización para circular. Esta situación complica su regulación y control, ya que el único marco aplicable es el reglamento general de circulación. Por esta razón, desde el Ayuntamiento se actúa a través de la Policía Municipal y los Agentes de Movilidad, con vigilancia y sanciones cuando se detectan irregularidades como estacionamiento indebido, circulación en zonas restringidas o recogida de pasajeros no autorizada.
El consistorio mantiene abierta la puerta a una futura regulación más específica, mientras insiste en que seguirá aplicando las normas vigentes y reforzando la supervisión sobre un fenómeno que ha generado preocupación en residentes, taxistas y responsables políticos.