Madrid intensifica el control del uso de maquinaria agrícola para prevenir incendios
Con la llegada del verano, la Comunidad de Madrid ha activado un operativo especial para supervisar el uso de maquinaria agrícola en el medio rural, con el objetivo de evitar incendios forestales y proteger la biodiversidad.
Desde el 15 de junio y hasta el 30 de septiembre, los Agentes Forestales están inspeccionando las labores de cosecha en todo el territorio, dentro del marco del Plan INFOMA (Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales).
Extinción inmediata: nuevas obligaciones para cosechadoras y agricultores
Para minimizar el riesgo de incendios durante el periodo de riesgo alto, las cosechadoras deben contar obligatoriamente con un batefuegos, dos extintores de polvo de al menos seis kilogramos o mochilas de agua, así como un observador que, desde una distancia segura y con teléfono móvil, pueda alertar de cualquier incidencia al 112. Además, el agricultor debe comunicar sus tareas si trabaja a menos de 400 metros de terreno forestal, a través del teléfono gratuito 900 720 300.
La preparación del terreno es clave: se recomienda realizar una franja perimetral de al menos ocho metros antes de comenzar la cosecha, empezando por el lado contrario al viento y continuando con fajas perpendiculares para crear cortafuegos naturales.
Meteorología y medidas extra: cosechar con precaución
En días con viento superior a 20 kilómetros por hora, sequedad extrema y superficies agrícolas mayores de 20 hectáreas, es obligatorio disponer de un tractor o apero de gradas que permita arar una franja de diez metros en los límites del campo. Si las condiciones climáticas se tornan especialmente adversas, la actividad debe interrumpirse de inmediato.
También es necesario obtener una autorización específica para emplear maquinaria agrícola en terrenos forestales o en su área de influencia, definida como los 400 metros circundantes.
Protección de aves esteparias: cosechar sin dañar la vida silvestre
Además de prevenir incendios, el operativo vela por la protección de especies esteparias amenazadas como el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido, la avutarda y el sisón. Estas aves anidan directamente en el suelo de cultivos como el trigo o la cebada, donde los nidos pueden pasar desapercibidos ante la maquinaria.
Para evitar la destrucción accidental de los nidos antes de que los polluelos aprendan a volar, los agentes forestales realizan un seguimiento constante de estas especies. Una vez detectados los nidos, se informa a los agricultores para establecer medidas de protección, como el vallado temporal o el aplazamiento parcial de la cosecha.