Madrid congela las ayudas a universitarios vulnerables mientras crecen las protestas por la financiación
El Gobierno regional mantiene el presupuesto de seis millones para alumnos sin beca estatal, mientras las universidades públicas denuncian asfixia financiera
La Comunidad de Madrid mantendrá para el curso 2024-2025 una dotación de seis millones de euros en ayudas dirigidas a estudiantes universitarios en situación económica desfavorable. Esta cantidad, aprobada por el Consejo de Gobierno, iguala la del curso actual, cuando se duplicó respecto al año anterior. El objetivo es atender a unos 5.500 alumnos que, matriculados en las seis universidades públicas madrileñas, no han podido acceder a las becas del Ministerio de Educación.
Las ayudas se asignarán a través de las universidades, que serán las responsables de repartir los fondos entre sus estudiantes según criterios de necesidad. Están disponibles tanto para estudiantes de grado como de máster, y cubren gastos de matrícula, movilidad, residencia, libros, material técnico e incluso atención psicológica.
La Universidad Complutense, al contar con el mayor número de alumnos, recibirá la mayor cuantía: 1.755.375 euros. Le siguen la Rey Juan Carlos (1,29 millones), la Politécnica (1 millón), la Autónoma (782.000 euros), la Carlos III (599.000 euros) y la Universidad de Alcalá (563.000 euros).
Ayudas en un contexto de conflicto
La renovación de estas ayudas llega en un momento de alta tensión entre la comunidad universitaria y el Gobierno autonómico. Las universidades públicas denuncian desde hace meses una situación de infrafinanciación crónica. Desde 2016, el presupuesto destinado a estos centros solo ha crecido un 28 %, mientras que los costes de funcionamiento se han disparado un 60 %, según datos sindicales.
El gasto por estudiante en Madrid es uno de los más bajos del país: 4.561 euros, frente a la media nacional de 5.927 euros. Además, la región carece de un plan de financiación plurianual, lo que impide a las universidades planificar a medio plazo.
El conflicto se ha intensificado tras conocerse que el Ejecutivo regional prepara una nueva Ley de Universidades que podría limitar al 70 % la aportación autonómica a los presupuestos universitarios, dejando el resto en manos de financiación externa. Esta medida ha sido recibida con preocupación por parte de los rectores y ha desatado una oleada de protestas estudiantiles.
Encierros, protestas y crisis institucional
La Universidad Complutense ha sido el epicentro de las movilizaciones. Esta semana, profesores y alumnos se encerraron en la Facultad de Matemáticas para denunciar la "asfixia financiera" de la universidad pública. En paralelo, se han producido concentraciones en la Universidad Carlos III y están convocadas huelgas y protestas para finales de abril.
La situación también ha generado consecuencias políticas: en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la rectora Amaya Mendikoetxea perdió las elecciones pese a ser la única candidata, superada por el voto en blanco. El vacío institucional que se abre podría derivar en una intervención del rectorado por parte de la Comunidad de Madrid.
Un modelo en disputa: pública vs privada
Mientras las universidades públicas enfrentan recortes, la red de centros privados sigue creciendo. Desde 1996 no se ha creado ninguna nueva universidad pública, pero en ese mismo tiempo han surgido seis privadas, elevando el total a 14 frente a 6 públicas.
Organizaciones estudiantiles y sindicatos critican este modelo, al que acusan de promover una educación elitista, con poca producción investigadora y centrada en intereses empresariales.
Desde el Ejecutivo regional, en cambio, se defiende que “Madrid es la comunidad que más dinero dedica a sus universidades públicas”, asegurando que la inversión ha aumentado un 20 % desde 2019.
Una crisis abierta
Las universidades públicas madrileñas se enfrentan, según los rectores, a una tormenta perfecta: falta de fondos, incertidumbre normativa, crecimiento de centros privados y un marco de financiación inestable. El conflicto abierto no parece tener solución inmediata y amenaza con desequilibrar aún más el sistema universitario regional en los próximos meses.