La inestabilidad global marca la agenda del 2025: riesgos interconectados, desinformación y conflictos arman el tablero económico y político
El Global Risks Report 2025 advierte sobre una década dominada por la fragilidad, la fragmentación y amenazas persistentes, con impactos directos en empresas, pymes y ciudadanía
El Foro Económico Mundial ha publicado su informe anual Global Risks Report 2025, un documento clave que señala un futuro inmediato dominado por conflictos armados, crisis climáticas, desinformación y ciberataques, dentro de un escenario global cada vez más frágil y desestabilizado. La edición de este año recoge las percepciones de más de 900 expertos internacionales y traza un mapa de riesgos con graves implicaciones económicas, políticas y sociales.
Por primera vez desde 2006, el informe sitúa los conflictos armados entre Estados como el principal riesgo a corto plazo. Un 23% de los expertos señala a las guerras —como las de Ucrania, Gaza o Sudán— como el mayor peligro inmediato para la estabilidad internacional. A ello se suma una creciente erosión de los mecanismos multilaterales de resolución, lo que deja al mundo en una situación más vulnerable frente a las crisis bélicas que hace una década.
El segundo gran riesgo identificado son los eventos climáticos extremos. Incendios, inundaciones, sequías y olas de calor, ya frecuentes en 2023 y 2024, son ahora considerados fenómenos estructurales. El cambio climático ha pasado de predicción a realidad, afectando gravemente sectores como la agricultura, la energía, el turismo o las cadenas de suministro. Esto exige una mayor preparación normativa y operativa en las empresas, especialmente en pymes y autónomos.
Un factor emergente y especialmente preocupante es la desinformación masiva, alimentada por plataformas digitales e inteligencia artificial, que amenaza con minar los procesos democráticos, alterar mercados y dañar la reputación de organizaciones públicas y privadas. Lejos de ser un fenómeno mediático, la desinformación representa un desafío transversal con repercusiones económicas directas.
A nivel económico, el informe alerta de una creciente fragmentación geoeconómica, en la que los grandes bloques apuestan por el desacoplamiento comercial, con consecuencias como la creación de monedas digitales propias, nuevas normas técnicas y barreras al comercio que afectarán la inversión, el abastecimiento y la estabilidad jurídica internacional.
Asimismo, se destaca un incremento alarmante de los ciberataques, que afectan especialmente a pequeñas y medianas empresas con baja capacidad de protección digital. Invertir en ciberseguridad, ya no es una recomendación, sino una necesidad operativa básica.
Un aspecto clave del informe es la interconexión entre los riesgos. Por ejemplo, un desastre climático puede desatar escasez de alimentos, inflación, protestas y, en último término, inestabilidad política. De igual modo, una campaña de desinformación puede desencadenar decisiones erróneas de gobiernos o inversores. Los efectos en cadena exigen un cambio de mentalidad: de la reacción a la anticipación.
En este complejo contexto, el papel de los gestores administrativos se refuerza como figura estratégica. No solo como intermediarios entre ciudadanos, empresas y la Administración, sino como intérpretes del entorno normativo, asesores de prevención de riesgos y actores clave para una economía resiliente y adaptada a los nuevos tiempos.
Las recomendaciones del Foro, aunque formuladas a gran escala, tienen aplicación directa en el día a día de pymes, autónomos y profesionales: desde elaborar planes de contingencia hasta fomentar la digitalización segura, adaptarse a nuevas exigencias de sostenibilidad, o participar activamente en redes interprofesionales que compartan soluciones y buenas prácticas.
En definitiva, el informe de riesgos globales de 2025 no es un ejercicio teórico, sino una llamada urgente a la acción. Comprender estos desafíos, traducirlos al entorno local y actuar con responsabilidad se convierte en la única vía posible para asegurar la viabilidad económica y la cohesión social en los próximos años.