España esquiva por segundos un apagón masivo tras el fallo de la central nuclear de Almaraz

Central Nuclear de Almaraz
Un incidente crítico dejó al país al borde del colapso energético el pasado 17 de junio, cuando más de 1.000 MW desaparecieron del sistema eléctrico nacional en apenas segundos.

España estuvo a punto de vivir un apagón de dimensiones históricas el pasado 17 de junio. La parada repentina de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) provocó una caída inmediata de más de 1.000 megavatios del mix energético nacional, lo que forzó una intervención de emergencia por parte de Red Eléctrica de España (REE) para evitar un colapso total del suministro.

El suceso se produjo sin previo aviso, generando un escenario de máxima tensión entre los operadores del sistema, que tuvieron que activar protocolos especiales para estabilizar la red. La pérdida repentina de capacidad afectó al equilibrio entre generación y demanda, algo que puede derivar en desconexiones automáticas, apagones escalonados e incluso daños a infraestructuras clave si no se corrige con rapidez.

¿Qué provocó el fallo en Almaraz?

Aunque todavía se investigan las causas exactas, todo apunta a un fallo técnico interno que obligó a parar el reactor de forma inmediata. El incidente fue tan súbito que dejó a la red sin tiempo de reacción planificada, lo que encendió las alarmas sobre la fragilidad del sistema eléctrico ante eventos inesperados.

La actuación de Red Eléctrica fue clave

Red Eléctrica de España activó en segundos su protocolo de emergencia para compensar la pérdida de generación. Gracias a la rápida respuesta y a la flexibilidad del sistema, especialmente con fuentes renovables y ciclos combinados de respaldo, se logró evitar un apagón generalizado.

¿Podría volver a pasar?

Expertos advierten que situaciones similares podrían repetirse si no se refuerza la estabilidad y diversificación del sistema. La alta dependencia de ciertas infraestructuras clave, como las centrales nucleares, hace que cualquier fallo puntual tenga un impacto desproporcionado.

Este incidente, aunque finalmente contenido, pone de relieve la necesidad urgente de inversiones en seguridad energética, mantenimiento de infraestructuras críticas y modernización del sistema eléctrico, especialmente en un contexto de transición hacia energías renovables.