La energía nuclear hoy: una base firme en el mix español
En 2024, las centrales nucleares generaron cerca del 20% de la electricidad total en España, con seis reactores activos repartidos en Almaraz, Cofrentes, Ascó, Vandellós y Trillo.
A pesar de representar solo el 6,5% de la potencia instalada total del país, la energía nuclear opera de forma continua, lo que le permite producir electricidad de manera estable los 365 días del año.
Las plantas nucleares son, por tanto, un pilar fundamental para asegurar el suministro constante, al margen de las condiciones climáticas o la variabilidad de las energías renovables. Además, lo hacen sin emitir CO2, lo que las convierte en una opción interesante dentro de la lucha contra el cambio climático.
El apagón del 28 de abril: ¿qué rol jugó la energía nuclear?
Durante el apagón, varias centrales nucleares españolas se vieron afectadas por la desconexión automática del sistema eléctrico ibérico respecto a Europa. Reactores como los de Almaraz o Ascó activaron sus protocolos de seguridad, reduciendo carga o entrando en parada controlada. Si bien las nucleares no causaron el problema, tampoco pudieron evitarlo: la desconexión fue tan abrupta que ni siquiera las fuentes constantes pudieron mantener la estabilidad. Sin embargo, su capacidad para retomar la producción de forma ordenada y segura fue clave para el restablecimiento progresivo del sistema.
En un modelo con menos capacidad firme, la recuperación habría sido más lenta, inestable y dependiente de interconexiones exteriores o fuentes intermitentes como la solar o la eólica.
Estrategias energéticas internacionales: lecciones de otros países
- Francia: Aproximadamente el 70% de su electricidad proviene de la energía nuclear. Esta apuesta le permite contar con precios energéticos estables, bajos niveles de emisiones y menor dependencia de combustibles externos.
- Finlandia: Ha inaugurado recientemente el reactor Olkiluoto 3, uno de los más modernos del mundo, y trabaja ya en soluciones de almacenamiento geológico de residuos. Considera la nuclear como una opción segura, limpia y clave para la soberanía energética.
- Suecia y Corea del Sur: Han decidido frenar sus planes de cierre nuclear y prolongar la vida útil de sus centrales ante los nuevos retos de estabilidad y coste.
Estas estrategias muestran que combinar renovables con energía nuclear es, para muchos países, la vía más realista para garantizar un suministro estable y sostenible.
Hacia un sistema eléctrico robusto, resiliente e independiente
El apagón del 28 de abril ha puesto sobre la mesa la necesidad de fortalecer el sistema energético español desde varios ángulos:
- Capacidad firme: Garantizar una base de generación continua que no dependa de condiciones meteorológicas.
- Diversificación inteligente: Apostar por una combinación de fuentes limpias y fiables, donde la nuclear tenga un papel estable.
- Autonomía estratégica: Reducir la dependencia de interconexiones y combustibles importados.
- Almacenamiento energético real: Invertir en baterías a gran escala y tecnologías complementarias.
- Redes más inteligentes: Modernizar la infraestructura para adaptarse a una generación descentralizada y responder con rapidez a incidentes.
Una decisión energética que ya no puede esperar
España debe decidir con realismo cuál será su modelo eléctrico en los próximos 20 años. El cierre escalonado de las nucleares previsto entre 2027 y 2035 puede suponer una pérdida de solidez en un sistema ya tensionado. El apagón del 28 de abril ha demostrado que la resiliencia eléctrica no es solo una cuestión técnica: es una garantía de vida cotidiana, de competitividad económica y de independencia nacional.
La energía nuclear no es la única solución, pero prescindir de ella sin alternativas firmes puede ser un error que, en el futuro, se pague muy caro.