Boicot en la Complutense: encapuchados interrumpen el acto de Libertad Sin Ira al grito de "Fuera fascistas de la universidad"
Lo que debía ser un acto de presentación del nuevo presidente de la asociación Libertad Sin Ira en la Universidad Complutense de Madrid terminó convertido en un espectáculo de intolerancia y crispación política. Un grupo de entre cientos encapuchados, según testigos presenciales, irrumpió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología al grito de "Fuera fascistas de la universidad" y "Aquí están los antifascistas", impidiendo el normal desarrollo del evento.
El acto, que contaba con la presencia de Iván Espinosa de los Monteros, se había organizado para dar inicio a la nueva etapa de la asociación, con Eduardo Peláez asumiendo la presidencia y presentando su proyecto para los jóvenes universitarios. Sin embargo, apenas pudo celebrarse, ya que los manifestantes tomaron el recinto con gritos, empujones y abucheos dirigidos tanto a los asistentes como al ponente invitado.
Un boicot respaldado por la propia universidad
El hecho de que varios profesores de la Complutense acompañaran a los estudiantes en la protesta ha despertado un profundo malestar entre los asistentes al evento. Para muchos, este respaldo institucional evidencia la falta de neutralidad de la universidad pública y su deriva ideológica, en la que ciertos sectores parecen tener carta blanca para censurar cualquier acto que no encaje con su pensamiento.
Además, la universidad impuso trabas a los medios de comunicación que no estaban previamente acreditados, dificultando la cobertura informativa del suceso. Algunos periodistas denunciaron que se les impidió tomar imágenes y relatar lo sucedido, lo que pone en cuestión la transparencia y el respeto a la libertad de prensa dentro de un espacio académico que, en teoría, debería fomentar el acceso libre a la información.
Desde Libertad Sin Ira han condenado lo sucedido y han asegurado que este tipo de episodios no harán que dejen de defender sus valores ni de promover el debate en las universidades. "No podemos permitir que se normalicen estas situaciones en las que una parte de la sociedad impide a la otra expresarse libremente. La universidad debería ser un espacio para el pensamiento crítico, no para la imposición ideológica", han afirmado en un comunicado.
España: una sociedad cada vez más polarizada
Este episodio no es aislado, sino un reflejo de la creciente polarización que atraviesa España. La falta de espacios para el diálogo, el rechazo frontal a la diversidad de opiniones y la demonización del adversario han convertido los foros académicos en trincheras ideológicas, donde el debate de ideas parece haber quedado en un segundo plano.
Lo ocurrido hoy en la Complutense es un síntoma de la degradación democrática en el país. Mientras que unos exigen la censura de todo lo que no les gusta, otros son víctimas de un clima de hostilidad y miedo. Se han perdido los matices y la posibilidad de construir puntos en común; todo se reduce a bandos irreconciliables, donde el que grita más fuerte impone su discurso.
España necesita recuperar el verdadero espíritu democrático, en el que todas las ideas puedan confrontarse con respeto y sin imposiciones. La universidad, como epicentro del conocimiento, no puede ser rehén de una única visión del mundo. Si el pensamiento único se impone, perderemos la esencia misma de lo que significa la educación superior y la libertad de expresión.