Los Agentes de Movilidad denuncian que una nueva instrucción del Ayuntamiento les impide conciliar y disfrutar de sus vacaciones
El sindicato SPAM rechaza la instrucción de vacaciones impuesta por el Ayuntamiento, que impide disfrutar días libres si coinciden con festivos asignados
El Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad (SPAM), mayoritario en el Cuerpo y federado en CSIT UNIÓN PROFESIONAL, ha mostrado su rechazo a la nueva instrucción sobre vacaciones emitida por la Subdirección de Agentes de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. La normativa, que según el sindicato coarta y limita gravemente los derechos laborales, impide a los trabajadores solicitar periodos vacacionales que coincidan con días festivos asignados, aunque haya personal suficiente para cubrir el servicio.
Desde SPAM y CSIT UNIÓN PROFESIONAL consideran esta medida una barrera directa a la conciliación familiar y una restricción sin precedentes, ya que no afecta a ningún otro colectivo municipal ni se había aplicado en los más de 20 años de existencia del cuerpo de Agentes de Movilidad. Además, critican que la instrucción no ha sido objeto de negociación previa, lo que agrava aún más el descontento de los trabajadores.
A pesar de la fuga de más de 150 agentes en los últimos meses hacia la Policía Municipal, los Agentes de Movilidad siguen asumiendo importantes cargas laborales como el control de “tuk tuks”, vigilancia de radares o la atención ciudadana en tiempo real. Además, prestan servicios extraordinarios en eventos clave como Semana Santa, San Isidro o grandes manifestaciones, lo que evidencia —según el sindicato— su compromiso voluntario con el servicio público.
Sin embargo, la aplicación de esta nueva normativa ha colmado su paciencia. Desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL advierten que, si no se modifica la instrucción, los agentes dejarán de realizar estos servicios de forma voluntaria, lo que tendría un impacto directo en la movilidad y organización del tráfico en la capital.
El sindicato exige al Ayuntamiento que revierta o modifique esta medida, al considerar que no mejora la operatividad del servicio y perjudica seriamente los derechos laborales de los trabajadores. También insisten en que la solución a los actuales problemas del cuerpo pasa por una planificación de recursos humanos adecuada y no por medidas unilaterales que recargan aún más a una plantilla ya mermada.